INTERIORES
Por Carlos López Arriaga
Realismo mágico y huasteco
Pecados del imperialismo, el comandante FIDEL CASTRO RUZ dijo alguna vez que los norteamericanos le robaban los ciclones a Cuba para dejar a la isla sin lluvias.
Y no era broma, su preocupación parecía real, al reparar que muchos meteoros nacidos a la mitad del Atlántico, hacen una extraña curva antes de atravesar el Caribe. Se desvían hacia el norte, rumbo a Luisiana, Florida, Georgia y las Carolinas.
La respuesta estadounidense fue de una larga y sonora carcajada, que se multiplicó en comentarios humorísticos de los medios. Y también caricaturas en prensa.
Un viejo tío SAM dando largas zancadas sobre el mar con un costal al hombro repleto de ciclones, mientras FIDEL lo observa con unos prismáticos, temblando de furia.
En fin. Hoy en día los tamaulipecos que habitan las municipalidades de Tampico y Madero parecen estar viviendo un episodio similar de realismo mágico, en versión huasteca.
Se dicen protegidos por visitantes del cielo que alejan los ciclones, operando desde una ciudad submarina denominada Amupac, ubicada frente al litoral.
La fantasía es de un perfil eminentemente publicitario, tema de mercadotecnia. Una curiosidad más que vender al visitante. Hoy las tiendas multiplican su oferta alusiva al caso: camisetas, gorras, vasos, platos, tarros, posters, ceniceros, figuras de barro y hasta piñatas.
Para colmo, el comportamiento del más reciente huracán GRACE parece reforzar sus creencias. Mire usted, el fenómeno cruzó el mar Caribe con dirección sureste a noroeste, atravesó por lo alto la península de Yucatán y se internó en el Golfo, lo cual puso en alerta a Tamaulipas.
Solo que GRACE, a la mitad del trayecto, empezó un gradual, pero sostenido giro hacia el sureste. Para felicidad de conspiradores y ufólogos, el fenómeno vino tocando tierra 55 kilómetros al sur de Tuxpan, Veracruz. Es decir, 200 kilómetros abajo de Tampico.
Para Tamaulipas solamente hubo lluvias, poco viento y (oiga usted) una amplia colección de memes celebrando el evento como si fuera un triunfo, en prensa y redes. También en calles y espacios públicos del puerto jaibo y la maderense playa Miramar.
FILÓN COMERCIAL
La legenda ufológica encuentra simpatías en las cúpulas empresariales de la región y mueve al sector económico más relacionado con los servicios turísticos y el comercio. Ya establecieron una fecha alusiva a la campaña.
El último martes de octubre celebran el denominado “Día del Marciano”. A lo cual se acomodan los políticos (qué raro) lo ironizan los periodistas y se convierte en relato de un creciente número de cronistas espontáneos, presuntos conocedores, narradores de puerto y playa.
Todos están más que dispuestos a contar sus experiencias ante las cámaras de televisión, llámense avistamientos diurnos (artefactos metálicos que entran y salen del mar) como los nocturnos, luces en el cielo haciendo piruetas que ninguna aeronave humana podría realizar.
Es tema de carnaval, donde los ya conocidos “monos verdes” (o sus parientes, los grises) se acompañan ahora con figuras más sofisticadas como aquel bicho xenomorfo que conocimos en ”Alien, el octavo pasajero”.
Concedo a los profesionales del turismo la tarea de explicar con mayor conocimiento de causa este nicho de mercado que explota con éxito lo exótico y lo misterioso.
El fenómeno no es nuevo ni exclusivo de Tamaulipas. En la ciudad de ROSWELL, Nuevo México, se explota la misma temática, con elementos muy similares y para los mismos fines, a partir de una leyenda que data de 1947, tema recurrente de películas y documentales. Es el principal atractivo del lugar.
Mejor aún, paisanos que observan el caso ROSWELL parecen clonar sus estilos de marketing, importan ideas promocionales, monigotes, disfraces. Ahora dicen que Tampico es el “ÁREA 51” de Tamaulipas. Lo cierto es que todo mito conlleva un atractivo comercial.
MÁS CASOS…
En Escocia, los vecinos del LAGO NESS han explotado por décadas el relato de un monstruo prehistórico que presuntamente emerge de sus fangosas aguas.
Los tabloides sensacionalistas de todo el mundo han sido sus principales promotores. Aunque el engendro es muy tímido, solamente se deja retratar a larga distancia, en imágenes de mala calidad cuyo aspecto borroso se atribuye a la neblina.
Ello no impide que los lugareños organicen tours, excursiones a ruinas cercanas, proporcionen hospedaje, ofrezcan conferencias, vendan baratijas.
Algo semejante ocurre en Salem, Massachussets, donde una persecución brujeril documentada en tiempos de la colonia inglesa, otorgó a esta ciudad un lugar especial como destino vacacional de primer orden, en días cercanos a la festividad pagana de Halloween.
Sin olvidar (por supuesto) el viejo castillo del conde DRÁCULA en Rumania, convertido hoy día en parque temático de diversiones, parecido a Disneylandia.
Y bueno, los colombianos devotos de GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ hace tiempo decidieron que el legendario MACONDO en verdad existe con el nombre de ARACATACA, pueblo donde nació el novelista.
Una vez acordado esto, sus habitantes se volcaron a transformar el paisaje urbano y establecer galerías, clubes de lectores, ilustrar paredes de bares y restaurantes, reacondicionando esas callejuelas pintorescas que habrían dado cabida al coronel AURELIANO BUENDÍA, el gitano MELQUIADES, ÚRSULA IGUARÁN, REMEDIOS, AMARANTA, MAURICIO BABILONIA y sus mariposas amarillas.
Fantasía pura, en todos los casos, atractivo extra para visitantes que buscan reanimar las deprimidas economías locales azotadas por crisis recurrentes. En Tampico y Madero así lo entienden.
Sin embargo, subsisten las dudas: ¿qué va a ocurrir cuando la presunta protección alienígena falle y algún ciclón azote la zona, como ha ocurrido tantas veces en la historia de esta región, con los efectos destructivos que bien conocemos?, ¿se sostendrá la fábula después de ello?…
BUZÓN: lopezarriagamx@gmail.com
Comment here