REFLEXIONES 2021
Descubrimientos y conquistas
Por Mtra. Emilia Vela González
En el año de 1992, en España, México y otros lugares de América se conmemoraban los 500 años del “ Encuentro de dos mundos “.
En palabras del Filósofo e Historiador Miguel León Portilla, los 500 años transcurridos a partir de 1492 en que tuvo lugar el descubrimiento de América por Cristóbal Colón, no era un motivo para celebrar, si no para conmemorar, es decir traer a la memoria, y la palabra de encuentro, implicaba tanto acercamiento y convergencia como fusión o choque.
En el verano de 1992 en compañía de Ma Elvia, visité Grecia. Encontrándonos en su capital tomamos un tour para turistas de habla hispana, que nos llevó a lugares significativos de la parte continental como : El canal del Corinto, el templo de apolo en Delfos, el palacio de Micenas y por supuesto la impresionante Acrópolis que se alza sobre Atenas.
En esta última se levanta imponente el Partenón. Éste, en sus orígenes fue un templo que en el siglo V antes de Cristo, mandó erigir en honor de “ Palas Atenea” diosa de la sabiduría en la mitología griega, el gobernante ateniense Pericles.
Posteriormente bajo el Imperio Bizantino sería un iglesia cristiana y tras la conquista de los griegos por el imperio Otomano una mezquita. Bajo tal dominio, la estructura del Partenón se vio afectada por el bombardeo de tropas venecianas y por la sustracción de un parte importante de su obra escultórica por Lord Elgin , arqueólogo y diplomático Inglés ante el imperio otomano y quien posteriormente vendería las piezas extraídas al museo Británico, donde aún se conservan en exhibición, no obstante los esfuerzos de los griegos por recuperarlas.
Lo anterior fue parte de las explicaciones proporcionadas en la visita a la Acrópolis, la guía fue enfática en su resentimiento contra Inglaterra. Concluida la misma, nos dirigimos hacia el autobús para continuar nuestro recorrido. Ahí entablé conversación con una mujer Española, al preguntarle de que región provenía, contestó que de Extremadura. Yo comenté a la ligera – ah, de donde eran nuestros conquistadores-.
Su molestia fue evidente, manifestó que ese año, habían sido ignorados por el gobierno español, para no herir la susceptibilidad de México, y – además,- concluyó – Ni que usted pareciera tan india-. Procurando calmar sus ánimos, amablemente expresé que únicamente las conquistas entre hombres y mujeres se hacían con flores, que un ejemplo eran las explicaciones que acabábamos de escuchar, agregando que yo era un ejemplo de mestizaje, que piel blanca y cabello liso, eran producto de las dos raíces, española e indígena.
El recuerdo viene a colación por diversas razones: Por una parte la muy cuestionada remoción de la estatua de Colón en el Paseo de la Reforma en la ciudad de México; polémicas leídas en torno a la conquista y los aniversarios que este año se conmemoran en nuestro país y que tienen que ver con los Españoles. El el 10 de agosto se cumplieron 500 años de la Conquista de México, y el 27 de septiembre serán 200 años de la consumación de la Independencia, por parte de don Don Agustín de Iturbide.
Esta semana, en dos grupos de redes sociales, uno local y otro internacional, leí acaloradas polémicas relacionadas con los españoles, una suramericana, de apellido vasco, echaba pestes contra ellos diciendo que únicamente habían venido a saquear, provocando toda clase de reacciones, algunas educadas que aludían al origen de su apellido y otras violentas. Otro de apellido Santillana, (en España hay varios lugares con ese nombre) también les atribuía saqueo y afirmaba que sus descendientes lo seguían haciendo.
Me gusta la Historia, y sin ser experta, las lecturas y los viajes me han permitido conocer, como grandes civilizaciones que florecieron en distintas partes del mundo, entraron en decadencia; sucumbieron por malos gobernantes o como consecuencia de una conquista. Y con frecuencia los habitantes de los pueblos conquistados que no eran exterminados se convertían en esclavos.
A menos que se pertenezca a un pueblo originario que mantenga sus usos y costumbres, la mayoría de los que habitamos este país somos producto del mestizaje. Si bien Tamaulipas, por ejemplo, fue colonizada y no conquistada, quienes lo hicieron no eran españoles puros y además los grupos de naturales que deambulaban la región se asimilaron.
En lo personal considero totalmente estéril, querer mantener una herida abierta por un pasado que no se puede cambiar. Claro, en todos aspectos, conocer nuestro pasado nos permite entender el presente, para mejorar este y el futuro, que es lo que nos debe preocupar.
Bendecido Domingo.
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