Por Rafael Navarro
CIUDAD VICTORIA | Comenzaron las clases en la nueva normalidad y serán los niños de preescolar los que probablemente se adapten más rápido a esta forma de convivencia de la sana distancia, aunque hoy son los más angustiados.
Están llegando al salón de clases con los ojos muy abiertos, mirándolo todo, casi sin moverse de su pupitre y con miedo hasta para pedir permiso de ir al baño, según observan los maestros.
Mario Solís, psicólogo de la USAER 112 Q de Ciudad Victoria, confía en que la capacidad de adaptación que todo ser humano posee va a dar paso a días más tranquilos e incluso de disfrute para estos pequeños, porque de eso se trata la escuela, de aprender y divertirse.
Algunos alumnos tardarán un mes en adaptarse, otros probablemente todo el ciclo porque cada persona es diferente, pero lo cierto es que están mejor en los planteles educativos que en sus casas, aseguró.
Una gran ventaja para estos pequeños es que ya desde el ciclo escolar anterior se preparó a los maestros en temas como la empatía y la participación comunitaria y preponderantemente en las medidas sanitarias y de sana distancia.
Aun así nada será fácil y menos para los maestros quienes sienten sobre sí toda la responsabilidad de su grupo, pues dice el especialista se les ve preocupados, y muy atareados en sacar adelante el año escolar.
Al cumplirse poco más de año y medio de pandemia en el sector educativo, Solís resaltó que en todo ese tiempo los padres de familia tuvieron la responsabilidad de enseñarles a los hijos a como continuar la convivencia con el mundo.
Dijo que los papás son los que tienen la obligación y la responsabilidad ante la ley de enseñar a sus hijos de cómo responder en la escuela, aunque muchas veces se mal interpreta esta situación y por eso los niños llegan con una intención distinta que retarda el proceso de integración en este nuevo escenario.
Lamentó que en ocasiones se culpa a la escuela de todo y por todo pero los padres de familia deben confiar en que sus hijos van a cuidarse a sí mismos, después de todo en el año y medio anterior ya se tuvo un entrenamiento en casa para enfrentar al mundo con pandemia.
“Los niños tienen esa facilidad de adaptarse, aunque nosotros como papás tenemos la dificultad de ver o de aceptar que el hijo si se va a cuidar realmente en la escuela, entonces debemos tener confianza en que lo van a hacer si ya los entrenamos para eso”, recomendó.
El psicólogo educativo subrayó que la situación fue más estresante para los niños cuando se quedaron en casa, porque el maestro manda las actividades y como el niño no logra comprender, tiene que preguntarle al papá, pero como éste sale a trabajar y aparte trae todas las situaciones familiares y personales en su cabeza, no pone la debida atención al niño y eso aumenta su nivel de tensión.
Hoy los alumnos que se presentan de manera presencial no exteriorizan una situación de estrés, es más bien una situación de angustia porque traen muchas ideas de todo lo que deben hacer en cuidados, explica.
Lo que se ha visto estos días es que en lugar de estar pensando en lo que van a aprender, ahora están más atentos en ponerse el cubre bocas, en lavarse las manos; están más preocupados por cuidarse que por aprender, pero conforme vayan desenvolviéndose dentro de la institución, los niños van a ir adaptándose, afirmó Solís.
“Yo siempre lo he manejado que hay que considerar primero las medidas sanitarias sino lo hacemos no puede haber un regreso seguro, sin embargo es importante que todos regresemos a la escuela porque necesitamos continuar con la vida normal, y lograr el aprendizaje en una institución, está claro que es la escuela la que se dedica a transmitir los aprendizajes”.
DE PREESCOLAR A SUPERIOR
El Maestro Arcadio Alejandro García Cantú, profesor de tiempo completo en la UAMCEH en la UAT narró lo que ha vivido como docente en el nivel superior y como padre de familia de un alumno de preescolar, donde la plataforma ha sido el instrumento definitivo en marcar la diferencia entre un aprovechamiento mayor y uno que fue saliendo a flote sobre la marcha.
En los hechos es notable que la plataforma UAT Microsoft Teams con la que contaba la institución ya antes de la pandemia, resultara ser la herramienta tecnológica que permitió un contacto más directo con el estudiante al impartirse las clases en tiempo real.
Dijo que en una evaluación se tiene un logro del 85 por ciento en el cumplimiento del programa como si hubiese sido presencial.
Eso establece una mejor base para los alumnos que este semestre han pasado al modelo presencial.
El profesor de la Licenciatura en Ciencias de la Educación y de la Licenciatura en Historia y Gestión del Patrimonio Cultural, consideró que se obtuvo un buen logro de trabajo en medio de una pandemia caracterizada por un alto grado de incertidumbre.
No obstante en otros niveles educativos como el preescolar en donde se utilizó una plataforma comercial, dijo hubo un posible desfase que estará cuantificado una vez que se pueda realizar el comparativo con el modelo presencial que este ciclo fue puesto en marcha.
En su experiencia como padre de familia dijo que otra desventaja fue la de padres de familia ausentes que no se conectaban por estar trabajando y en otros casos por falta de recursos como celulares, computadoras o red de Internet.
“En nuestro caso como teníamos la computadora y el internet cumplimos con las actividades, pero si hubo complicación de otros niños o niñas que no se conectaban a la hora establecida o mandaban la actividad ya más tarde y ahí si hubo un desfase mayor por la falta de una plataforma adecuada para el nivel de preescolar y son dos experiencias que a nivel particular yo pudiera describir”.
En un comparativo de lo virtual a lo presencial, explicó que son muy distantes, pues aunque los niños estén involucrados con el celular, y a pesar de estar unidos en esa cercanía virtual, no es lo mismo.
Mencionó que el escenario educativo de salón de clase es muy complejo porque la dinámica de lo presencial en la convivencia hay pares, se aprende de ese modo por medio de la imitación y el involucramiento.
Un ejemplo es cuando la maestra entona la canción de la fecha cívica y los alumnos se van viendo animismos entonces entra esta enseñanza por medio de la imitación, lo que hace a la escuela el lugar idóneo para el proceso de aprendizaje, agregó.
FORMACIÓN DE MAESTROS EN PANDEMIA
García Cantú dijo que si se compara un egresado de estudios sobre Pedagogía de los dos semestres anteriores con los que egresaron antes de la pandemia, se verá cierta diferencia ya que éstos últimos si cumplieron con la malla curricular de prácticas profesionales y que tiene su razón de ser.
“Acá en medio de la emergencia se fue resolviendo y hay cosas que la educación demanda como estar al frente en el salón de clase y una oficina administrativa, que fue el aspecto que les falto a los maestros recién egresados”, explicó.
El plus de esta experiencia fue que los alumnos debieron investigar por su cuenta las recomendaciones de sus docentes en bases de datos científicos, nada de “Rincón del vago” o “Wikipedia”.
El especialista dijo que ese escenario siempre ha estado ahí pero bajo la emergencia los alumnos tuvieron que involucrarse en la búsqueda por Internet pero exclusivamente en sitios especializados y adquirir conocimientos de un modo un tanto autodidacta, lo que significó egresar con algo diferente a lo que marcaba el programa y que fue imposible cumplir ante la pandemia.
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