INTERIORES
Por Carlos López Arriaga
Venganza mata justicia
Por una elemental objetividad noticiosa, es oportuno recordar lo que representó en el horizonte mediático el caso denominado ESTAFA MAESTRA.
Extenso trabajo de documentación expuesto de manera infográfica y muy didáctica en el portal ANIMAL POLÍTICO, con base a pesquisas elaboradas por la asociación civil “mexicanos contra la corrupción”.
Megarreportaje reconocido en 2018 con el premio internacional “JOSÉ ORTEGA Y GASSET” que otorga el diario madrileño EL PAÍS al periodismo de investigación, en diversos géneros.
Se publicó un año antes del triunfo obradorista (en 2017) y puso al desnudo la existencia de un complejo sistema de 128 empresas fantasma que servían para saquear al erario federal a través de once dependencias gubernamentales, ocho universidades estatales y medio centenar de servidores públicos.
De haberse investigado a fondo con un sentido estricto de justicia, al menos una veintena de los principales involucrados estarían hoy en la cárcel o, al menos, sujetos a proceso.
No ocurrió así porque el caso se detonó desde Palacio Nacional por pura y simple venganza. Viejas cuentas que el presidente LÓPEZ OBRADOR le cobró a ROSARIO ROBLES BERLANGA, exdirigente nacional del PRD, extitular de SEDESOL y SEDATU bajo el peñismo.
Se focalizó en extremo la acción de la fiscalía. Aplicaron la justicia con un sentido quirúrgico que desechó la mayor parte de las corruptelas documentadas por la ESTAFA MAESTRA.
Sencillamente, no quisieron perder tiempo en procesar docenas de órdenes de aprehensión, con sus respectivos expedientes y juicios, en todos y cada uno de los involucrados. Cuando se trabaja por venganza impera la ley del menor esfuerzo. Eso que llaman economía de medios.
La bronca se perfiló directamente sobre ROSARIO, objetivo prácticamente único de la inquina gubernamental, del rencor macuspano. Y así fue procesado desde un principio en las filtraciones a los medios.
Necesario es insistir. De haberse actuado en estricto apego a derecho, el caso debía llegar a personajes como LUIS VIDEGARAY CASO, JOSÉ ANTONIO MEADE y el propio ENRIQUE PEÑA NIETO.
Pero no se les quiso afectar, entre otras razones, por el presunto pacto de impunidad que prevalece entre el mandatario actual y su antecesor. En pago a favores electorales, del saliente al entrante.
Valiosa fue la ayuda de PEÑA en 2018 para que ANDRÉS MANUEL, además de ganar la Presidencia, barriera en las votaciones legislativas conquistando mayoría amplia en ambas cámaras.
PAISANAJE IMPUNE
Y no solo eso. De haber actuado el fiscal GERTZ MANERO con apego a la ley, tendría que haber investigado a las universidades públicas que figuran como cómplices.
Son ocho, mire usted: Universidad Autónoma del Estado de México, Universidad Autónoma del Carmen (Campeche), Universidad Autónoma de Morelos, Universidad Popular de la Chontalpa (Cárdenas, Tabasco), Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (Villahermosa), Universidad Politécnica del Golfo de México (Paraíso, Tabasco), Universidad Tecnológica de Tabasco (Villahermosa) y el Instituto Tecnológico Superior de Comalcalco (también Tabasco).
Detalle curioso, cinco de estas ocho instituciones se ubican en la entidad natal de LÓPEZ OBRADOR. El caso ameritaba que fueran sujetos a proceso al menos sus respectivos rectores, más los titulares de finanzas y administración, en cada caso. A nadie han tocado.
Y nada se hizo porque jamás se pensó en aplicar la ley a delincuentes de cuello blanco, tampoco en castigar el saqueo brutal de fondos públicos. La orden precisa fue joder a ROSARIO y así lo hicieron.
Ello, aunque sus abogados (y, en fecha reciente, un juez) digan que la acusación es muy endeble y ella debiera enfrentar el proceso en libertad condicional, desde su casa.
Y en esto hay que ser muy claros. La señora ROBLES BERLANGA está muy lejos de ser una blanca palomita. Por eso subrayé al principio de esta columna la importancia que tiene como investigación y denuncia la ESTAFA MAESTRA.
Habría un tercer motivo por el cuál la administración obradorista no encara este grave contubernio como es debido. Que la asociación denunciante (“mexicanos contra la corrupción”) era entonces presidida por el empresario CLAUDIO X. GONZÁLEZ, a quien ANDRÉS MANUEL ha señalado una y muchas veces como enemigo irreconciliable, el arquetipo de todos sus odios.
Cuestión de contar todas las caricaturas que HERNÁNDEZ, FISGÓN y ROCHA le dedican a este personaje a lo largo del mes (o de la semana) en el periódico oficial del régimen, LA JORNADA.
Tantas como los ataques orquestados en redes sociales por los bots de CHUCHO RAMÍREZ y SANJUANA MARTÍNEZ contra el mismo hombre de negocios.
Por todo ello, entre el voluminoso expediente de la ESTAFA MAESTRA, la fiscalía de GERTZ extrajo con pinzas solamente el fragmento minúsculo que necesitaba para incriminar a ROBLES. Lo demás fue desechado.
OTRAS HISTORIAS
Aunque no es nuevo el asunto. Ojo al detalle, a JOAQUÍN HERNÁNDEZ GALICIA lo inculparon por armas que el propio ejército sembró y lo responsabilizaron por el cadáver de un AMP transportado desde Chihuahua por los mismos militares.
Imputaciones falsas en ambos casos que sirvieron únicamente como coartada para justificar su espectacular arresto un 10 de enero de 1989. Episodio que cimbró no solo al sindicato, a la paraestatal misma y a toda la clase política nacional.
Tampoco JOAQUÍN era una madre de la caridad. De haber investigado realmente sus negocios en PEMEX, tendrían que incluir a la cúpula del lamadridismo, arrastrando a personajes como MARIO RAMÓN BETETA, entonces director de PEMEX y quienes fungieron como titulares en la Secretaría de Energía, FRANCISCO LABASTIDA, ALFREDO DEL MAZO y FERNANDO HIRIART. Nadie les tocó un pelo a hombres como RAMIRO GARZA CANTÚ.
No era justicia lo que se buscaba, solamente cobrarse afrentas muy personales que CARLOS SALINAS DE GORTARI tenía guardadas contra HERNÁNDEZ GALICIA y su círculo cercano.
Lo mismo veríamos después en la persecución del gobierno zedillista contra el hermano incómodo RAÚL SALINAS. De haber actuado con estricto apego a la ley, docenas de cómplices habrían caído en todas las dependencias donde edificó su inmensa fortuna.
Se le acusó de un caso que jamás probaron del todo. La ejecución del exgobernador guerrerense JOSÉ FRANCISCO RUIZ MASSIEU, cuya cadena de complicidades tenía por debilidad la ausencia del eslabón principal, el tamaulipeco MANUEL MUÑOZ ROCHA, desaparecido desde entonces.
Pero no se trataba de aplicar la ley sino de joder a CARLOS SALINAS y con esa misma celeridad actuaron los fiscales (procuradores) del zedillismo TOÑO LOZANO GRACIA y JORGE MADRAZO CUELLAR.
Hay docenas de casos así en todo el país y en los tres niveles. Los mecanismos del ministerio público puestos al servicio de vendettas personales. Se obnubila la justicia, se tuerce y degrada, aunque en la mayoría de los casos, los perseguidos estén muy lejos de ser blancas palomitas.
BUZÓN: lopezarriagamx@gmail.com
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