IntríngulisJuan Carlos López AcevesOpinión

Gran Comisión y JUCOPO

INTRÍNGULIS
Por Juan Carlos López Aceves
Gran Comisión y JUCOPO 

A finales de octubre pasado, cumplí 34 años ejerciendo el periodismo, lo cual significa que inicié esta apasionante profesión, con el gobierno del ingeniero AMÉRICO VILLARREAL GUERRA. 

Desde entonces, la actividad del Congreso del Estado ha sido un tema central en mis análisis, estando presente la crónica parlamentaria, en los tiempos en que ERNESTO GUAJARDO MALDONADO, JORQUE QUINTERO GARCÍA 

HOMAR ZAMORANO AYALA (relevado por JUAN ALONSO CAMARILLO), presidieron a la Gran Comisión, entre 1987 y 1995. 

Junto con pegado, la disciplina periodística me ha llevado a la revisión puntual de la agenda legislativa nacional, estando al pendiente de las iniciativas, los puntos de acuerdo y demás comunicaciones, que se publican en las Gacetas 

Parlamentarias del Senado y la Cámara de Diputados. 

Digo lo anterior, para dejar en claro que me gusta y conozco, el teje y maneje de la actividad legislativa. 

Pues bien, debo decirle que ENRIQUE CÁRDENAS DEL AVELLANO, fue el último diputado presidente de la Gran Comisión, en el ocaso del gobierno de TOMÁS YARRINGTON RUVALCABA (LVIII Legislatura, 2002-2004). 

Sucede que, durante la sesión extraordinaria celebrada el 6 de julio de 2004, se aprueba el decreto LVIII-750, que expide la Ley sobre la Organización y Funcionamiento Internos del Congreso del Estado, dando por concluida la vigencia de la Ley Orgánica del Poder Legislativo. 

Decreto que significó también, el acta de defunción de la Gran Comisión, y el surgimiento de la Junta de Coordinación Política, cuya presidenta fundadora fue la diputada AMIRA GRICELDA GÓMEZ TUEME. 

PEDRO ALONSO PÉREZ, entonces diputado del PRD, tuvo la oportunidad de presidir la Mesa Directiva de aquella sesión, acompañado por AURELIO CASTILLO TOVAR y MARIA LETICIA TERÁN RODRÍGUEZ. 

La Ley Orgánica del Poder Legislativo, aprobada en abril de 1986 por MARIO ALEJO SALINAS y demás diputados, estaba compuesta por 81 artículos. 

Del artículo 29 al 31, se contemplaba la integración y funciones de la Gran Comisión, compuesta por un presidente, dos secretarios y dos Vocales, que serían aprobados por mayoría absoluta, es decir, por la bancada del PRI. 

Siendo la Gran Comisión, una figura monolítica y refractaria a la inclusión de la incipiente pluralidad del Congreso del Estado, pues la Ley Orgánica tenía las puertas cerradas a la participación del PARM, PAN, PRD y PFCRN, por ese entonces los principales partidos opositores, en su conformación. 

Ninguna disposición de la Ley Orgánica contenía obligación alguna, para que la Gran Comisión incluyera a las minorías legislativas. 

Reflejando las demandas de la creciente pluralidad política de Tamaulipas, la Ley sobre la Organización y Funcionamiento Internos (168 artículos), relevó a la Gran Comisión por una Junta de Coordinación Política que, en armonía con el artículo 31, de la Ley General del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos (aprobada por la primera Cámara de Diputados en donde 

el PRI no fue mayoría), incluyó la participación de todas las expresiones políticas, sin importar su tamaño. 

Desde su aprobación en junio de 2004, el artículo 29 de esta ley, consideró que, en caso de que ninguna de las bancadas tuviera la mayoría absoluta, la presidencia de la JUCOPO se alternaría entre los Coordinadores de aquellos Grupos Parlamentarios, con por lo menos 11 integrantes (número elevado a 12, por la reforma aprobada el 12 de diciembre de 2008). 

Lo importante a destacar es que, a diferencia de la monolítica Gran Comisión, la Junta de Coordinación Política nació con la finalidad de incluir a todas las expresiones políticas, en la conducción del Poder Legislativo, acorde con la creciente pluralidad de la ciudadanía tamaulipeca. 

Así sucedió en las Legislaturas con mayoría del PRI, la última presidida por RAMIRO RAMOS SALINAS (2013-2016) y en las del PAN (2016-2021). 

Con una acotación importantísima: nunca antes, hasta la elección de 2021, la voluntad popular expresada en las urnas, había dejado a partido alguno, sin la mayoría absoluta (19) de las 36 curules, requeridas para presidir a la JUCOPO, ni había dejado a la segunda fuerza parlamentaria, con al menos 

12 diputaciones, suficientes para activar lo dispuesto por el párrafo tercero del artículo 29 de la ley, y alternar la presidencia de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado. 

Esta fue la voluntad popular: que MORENA y el PAN presidieran la JUCOPO, es decir, ARMANDO ZERTUCHE ZUANI y LUIS RENÉ CANTÚ GALVÁN, durante la LXV Legislatura de Tamaulipas. 

Pudo haber sido entre ZERTUCHE ZUANI y EDGAR MELHEM SALINAS, o ZERTUCHE ZUANI con GUSTAVO CÁRDENAS GUTIÉRREZ, si la voluntad 

popular hubiera colocado al PRI o a MC, como segunda fuerza política de Tamaulipas, es lo de menos. 

Ya no será así, porque durante la sesión celebrada el 4 de noviembre pasado, 21 diputaciones de MORENA, PT, PRI y MC, aprobaron eliminar el párrafo tercero, del artículo 29, cerrando el paso a la conducción plural del Congreso del Estado, desde la JUCOPO, a contracorriente de la voluntad expresada en las urnas, por 1.4 millones de tamaulipecas y tamaulipecos, que votaron en las elecciones de junio de 2021. 

Con el 38% de los votos obtenidos en la elección de diputaciones, MORENA controlará al Poder Legislativo (Acción Nacional obtuvo 36%), por debajo del 43 y 48 por ciento, que el PAN cosechó en las Legislaturas LXIII y LXIV, y del 53% que promedió el PRI en las urnas, para conducir a las Legislaturas LIX, LX, LXI y LXII. 

Reforma que asemeja a la JUCOPO, con la difunta Gran Comisión. 

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