IntríngulisJuan Carlos López AcevesOpinión

Dr. Hernández Navarro

INTRÍNGULIS
Por Juan Carlos López Aceves
Dr. Hernández Navarro 

Por el tamaño de su presupuesto y por el impacto que tiene en el bienestar de las y los tamaulipecos, la Secretaría de Salud es, junto con la Secretaría de Educación, una dependencia clave para que el Poder Ejecutivo, satisfaga las expectativas de buen gobierno que espera la ciudadanía. 

Durante el ejercicio fiscal de 2017, el gasto aprobado para la Secretaría de Salud fue de $4,834’748,411, que representó el 10.43% del Presupuesto de Egresos del Estado. En el 2018, el Congreso local aprobó $5,196’668,585, representando el 10.42% del PEE. 

Un año más tarde, el presupuesto fue de $5,311’910,007, que representó el 9.67% del gasto público total. Mientras que, para el 2020, al renglón salud le aprobaron $5,980’309,002, representando el 10.05% del PEE 

Al año siguiente, recibió $6,204’627,365, que representaron el 9.76% de los recursos ejercidos por el estado. Finalmente, para el ejercicio fiscal en curso, el Congreso del Estado le aprobó a la Secretaría de Salud $7,107’567,312, que representan el 10.92% del Presupuesto de Egresos del Estado. 

En total, durante el sexenio de FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA, la Secretaría que dirige GLORIA MOLINA GAMBOA, recibió del Congreso local $34,635’830,682, que han representado el 10.21% de los PEE. 

Y por el monto de los recursos autorizados, la Secretaría de Salud solo es superada por la Secretaría de Educación, que durante el gobierno que finaliza ha recibido $134,543’497,027, que representan el 39.65% del total aprobado para los presupuestos de 2017 a 2022. 

Tomando en cuenta los recursos que maneja y el impacto que estos tienen en el bienestar de las y los tamaulipecos, al frente de la Secretaría de Salud tiene que estar una persona que conozca la materia, con experiencia en el ramo, honesta, con muchas ganas de servir a Tamaulipas y muy cercana en el ánimo del titular del Poder Ejecutivo. 

Viene a cuento la numeralia y la reflexión anterior, porque en la Secretaría de Salud están de plácemes y no tanto porque ya se marchan GLORIA MOLINA GAMBOA y “HENRY” NADER NEMER, motivo suficiente para provocar la algarabía del heroico funcionariado que los aguantó. 

Están de plácemes, porque la semana pasada circuló una fotografía en la que 

AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, aparece con ZOE ROBLEDO ABURTO y VICENTE JOEL HERNÁNDEZ NAVARRO, anunciando que habrá “sinergia” entre el IMSS y el gobierno entrante. 

Una fotografía en la que el Gobernador electo despejó la primera incógnita de su gabinete sin gastar más de mil palabras: el próximo secretario de Salud será el prestigiado galeno, VICENTE JOEL HERNÁNDEZ NAVARRO. 

El traumatólogo y maestro en administración HERNÁNDEZ NAVARRO, tiene el perfil que requiere la Secretaría de Salud. 

Para empezar, será el primer titular del ramo nacido en Tamaulipas, desde la gestión de RODOLFO TORRE CANTÚ (2004-2010): NORBERTO TREVIÑO GARCÍA MANZO nació en la Ciudad de México. LYDIA MADERO GARCÍA en Monterrey y GLORIA MOLINA GAMBOA en Chiapas. 

También será el primer secretario de Salud, que ha trabajado en diferentes áreas de la dependencia. 

HERNÁNDEZ NAVARRO ha dirigido el hospital general de San Fernando, el civil de El Mante y el Hospital Infantil de Tamaulipas. Fue director de Atención Hospitalaria cuando AMÉRICO VILLARREAL ANAYA era Subsecretario de Salud y dirigió el Centro de Rehabilitación y Educación Especial. 

Además, VICENTE JOEL goza de fama pública impoluta, caracterizada por la integridad, decencia, honestidad y vocación de servir al prójimo. 

Enderezar a la Secretaría de Salud, es decir, unificar el mando y acabar con la enorme corrupción administrativa que padece, es el reto que tiene y para lograrlo cuenta con el otro requisito: la cercanía y confianza del gobernador electo, AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, que será un ingrediente importante para superar exitosamente este mayúsculo desafío. 

Requisito que se potencia con una coincidencia no menos importante para la gravedad del paciente: por primera vez desde el gobierno de EMILIO MARTÍNEZ MANAUTOU, el secretario de Salud y el mandatario hablan el mismo idioma pues son médicos: traumatólogo uno y cardiólogo el otro. 

Aunque en ese entonces (1981-1987), el titular tenía el rango de director de Servicios Descentralizados de Salud (nada que ver con las dimensiones administrativas que la Secretaría tiene actualmente) y al frente estuvo el doctor GREGORIO PERALES DE LA GARZA. 

Por lo pronto, el Gobernador electo le ha otorgado libertad absoluta al doctor HERNÁNDEZ NAVARRO, para integrar su equipo de trabajo, y en eso anda VICENTE JOEL, revisando perfiles, sabedor de la enorme responsabilidad que viene en camino y que está comprimida en las 25 fracciones del artículo 35, de la Ley Orgánica de la Administración Pública Estatal. 

 “No hay equipo sin meta compartida”, suele decir HERNÁNDEZ NAVARRO a quienes trabajan con él y también quien gusta citar una muy buena frase de RAYMOND ALBERT KROC: “Ninguno de nosotros es tan bueno como todos nosotros juntos”, destacando la importancia del esfuerzo colectivo. 

Le deseamos éxito a VICENTE JOEL, quien, por lo pronto, tiene de plácemes al funcionariado de la Secretaría de Salud, que ya prepara el “arrivederci” al cabecismo que engrosó la corrupción y tronó la unidad de mando. 

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