Victoria y Anexas
Ambrocio López Gutiérrez
AMLO Y LOS ÑOÑOS DEL PRIAN
Los Legisladores del PRIAN se vieron verdaderamente ridículos exigiendo que se reduzca el precio de la gasolina olvidando que fueron precisamente los neoliberales los encargados de dar ese zarpazo a la economía popular. Pseudo intelectuales ñoños como Juan Ignacio Zavala (cuñado del tristemente célebre Felipe Calderón Hinojosa) utilizan todos los medios para lanzar improperios al presidente Andrés Manuel López Obrador quien los mira con indulgencia y afirma que tienen todo su respeto y consideración porque lo suyo no es la venganza ni el rencor.
Con toda la fuerza de más de treinta millones de voluntades expresadas en las urnas, el jefe del ejecutivo federal tomó las riendas del poder en los espacios convencionales (el honorable congreso de la unión) y ante los símbolos de la autoridad tradicional, los líderes terrenales y espirituales de los pueblos indígenas, que se reunieron en el zócalo para hacerle una limpia y protegerlo así de los embates cotidianos de la derecha delirante cuyos voceros confunden sociedad civil con organizaciones elitistas (fifís, diría ya saben quién).
Miguel Ángel Ferrer lo explica mejor: La derecha pripanista y el poder económico-financiero cuentan con abundante y poderosa artillería para atacar al nuevo gobierno: el aparato mediático privado, la alta burocracia desplazada, las redes sociales reaccionarias y los nostálgicos del antiguo y oprobioso régimen hoy en vías de extinción. Y no han dejado de emplearla desde el 1 de julio. Pero la han usado con municiones sin pólvora o con la pólvora mojada: invenciones, calumnias, chismes, exageraciones, tergiversaciones y cuentos de terror.
Porque hasta ahora López Obrador no ha proveído a sus adversarios de municiones que les resulten verdaderamente útiles. Nada de medidas antipopulares y antinacionales. Nada contra el pueblo trabajador. Esto explica que se mantenga intocado y hasta creciente el apoyo ciudadano y popular al nuevo gobierno y a López Obrador. Pasados cinco meses de la elección presidencial se mantiene el porcentaje que le dio la victoria: 70 contra 30. También hasta ahora los ataques y las agresiones se han basado en tiquismiquis, ñoñerías, remilgos, tempestades en un vaso de agua. Como el escándalo armado por una expresión verbal poco fina (corriente) y ciertamente fuera de lugar de Paco Ignacio Taibo II.
NADA SUSTANCIAL. Nada que no se arregle con una disculpa pública. Pero tampoco nada que dañe o perjudique al pueblo trabajador, enorme y activa base social del obradorismo. A esta actitud de la derecha se le llama “buscarle tres pies al gato”. Y lo esperable es que continúen y se acrecienten esas búsquedas inútiles, irracionales, ñoñas. Ataques como pompas de jabón, como la espuma de un café capuchino. Nada sustancial. Y muy pronto, a partir del 1 de diciembre, día de la toma de posesión, empezaron a darse y concretarse medidas y políticas del más amplio beneficio popular, medidas que permitirán sostener ese apoyo mayoritario a Morena, a López Obrador y al nuevo gobierno.
Nadie aspira y nadie debe aspirar a la unanimidad. México está viviendo, sin violencia, una nueva etapa de la milenaria y universal lucha de clases. La oligarquía está haciendo y hará todo lo posible por descarrilar al nuevo gobierno que es de carácter popular. Hará hasta lo imposible por recuperar las riendas del Estado que hoy no tiene totalmente en las manos. Incluso sin bases y sin sustancia, el pripanismo y los poderes fácticos continuarán con la guerra sucia y la propaganda negra. Pero no podrán hacer mucho daño si el nuevo gobierno se mantiene fiel al mandato recibido en las urnas. Hasta los gobernadores lo han entendido.
México ha vivido siempre de una democracia representativa, donde el voto determinaba los actores que tomarían las grandes decisiones del país sin consultar a sus representados; por eso sólo aparecían en elecciones, por eso nunca regresaban ni rendían cuentas, por eso una vez electos es imposible llegar a ellos cuando antes eran estos los que tocaban puertas. La propuesta de gobierno de AMLO es dar igual importancia a la democracia participativa, una que no se conocía en el país gracias a los que quieren mantenerse en el poder.
La lógica de la democracia participativa es la misma que la de la democracia en general: si a tu mayoría de edad corresponde un criterio más o menos libre y para elegir a tus representantes, esos mismos argumentos deben ser suficientes para elegir acciones específicas de gobierno; sería ridículo que para decisiones muy precisas se pida un cierto grado de especialización cuando para elegir a los representantes (que son a los que se delegaban estas decisiones) no se exija otra cosa que el previo trámite de un documento que lo acredite como elector.
Sostiene regeneración.mx que, pese a que este tipo de ejercicios democráticos de participación ciudadana vienen comenzando en el país aun cuando se llevan en occidente décadas de implementarse, existe una fobia por parte del PRIAN que va más allá de sus áreas de oportunidad. Porque al PRIAN no le interesa proponer mecanismos y controles que generen mayor certidumbre en las consultas ni motivar la participación ciudadana, como tampoco desean que la participación crezca para que de la mano lo haga también su legitimidad.
LA RAZÓN ES EVIDENTE: la organización del PRIAN está hecha para ’financiar campañas’, esto es recaudar recursos de sus representantes populares y de sus afiliados en el servicio público para la movilización de sus estructuras en las elecciones. El sistema de consultas impide que cuenten con el recurso suficiente para ’operar’ en todas ellas y por tanto les resulta imposible manipular los resultados. Históricamente a los grupos de poder les interesa controlar mediante pequeños conjuntos a los que puedan mandar: gobernadores, legisladores, presidentes municipales… dejar que las decisiones recaigan en el pueblo significa promover que estas sean para su propio bienestar, un despropósito para las élites cuyos intereses están contrapuestos a los de las mayorías.
El PRIAN es un vestigio viviente de un México que choca con el que quieren las nuevas generaciones. Toda su organización recae en el sistema de democracia representativa. Como partido reciben un recurso, sí, pero ese apenas alcanza para su burocracia interna. Cuando a un afiliado se le otorga un puesto en la administración pública, éste entrega un porcentaje de su sueldo al partido cada mes, en sobre y cerrado, para que se integre a la caja chica del partido. Y deben hacerlo porque casi como regla, obtuvieron el privilegio de gozar de un puesto en el gobierno sin tener otra virtud que su trayectoria partidista; pueden no estar capacitados para sus funciones en el servicio público, pero sí lo están para operar en elecciones.
Reciben el nombre de “padrinos políticos” no porque promuevan el ascenso de su ahijado mediante su influencia sino porque debe hacerlo con recursos. Las candidaturas cuestan y tan costoso es comprarlas como desembolsar recursos para ganarlas. Por eso siempre se candidatean “los mismos” o personajes de sus grupos de poder, pues los recursos son un restrictivo que solamente tienen en abundancia “los poderosos”. Es por este sistema que también los representantes populares se dedican a saquear. Porque el padrino presta, no regala y se le tiene que pagar, además de estar a su disposición y del de sus negocios para compensarlo.
El “ahijado” debe cubrir esos compromisos, “donar” los millones que le pidan cuando vienen las elecciones, movilizar sus propias estructuras (pagar a sus operadores políticos) y aglutinar otros recursos para cuando acabe su encomienda, costear, de ser posible, su propia candidatura. Aunque sea muy reducido el número de electores que deben movilizar para cada consulta, hacerlo tan seguido resulta incosteable para el sistema de padrinos, que es con el que se conduce el PRIAN, deben organizarse de manera distinta y “chango viejo no aprende nueva maroma”.
EL PARTIDO REVOLUCIONARIO Institucional hizo un reconocimiento público a mujeres y hombres militantes que, a lo largo de sus vidas, han contribuido en la formación del PRI y en la consolidación de victorias en elecciones, con resultado de gobiernos priistas que atienden demandas sociales de los tamaulipecos. A nombre del Comité Directivo Estatal la presidenta Yahleel Abdala Carmona entregó reconocimiento por trayectoria priista a San Juanita Barrientos Álvarez, María Andrade Espinoza, Ramona Zúñiga Espinosa, Francisca Pérez Castro y a José Trinidad Quintero Maravilla, por más de 40 años de militancia; mientras que por más de 60 años a doña Socorrito Martínez Rivas y Ninfa Olvera Espinosa.
Según comunicado reciente, en el encuentro denominado Diálogo con la militancia, la dirigente estatal escuchó la opinión de quienes han contribuido a la construcción del PRI, de las colonias y comunidades donde habitan. En su mensaje Yahleel Abdala Carmona hizo hincapié que es un reconocimiento «por los años que han brindaron al PRI, lejos, en ocasiones, de la familia’ y, al mismo tiempo, hizo el exhorto de mantener esa unidad que caracteriza al Partido Revolucionario Institucional. «Frente a las adversidades, el PRI es un partido que no se raja, que trabaja, que demuestra que está más unido, más fuerte y vivo que nunca».
En el diálogo que sostuvo con la militancia, se alcanzó el acuerdo para que sean los priistas de Reynosa los que elijan a quienes dirigirán al Comité Directivo. La dirigente estatal dijo que el CDE será respetuoso de la decisión de los priistas y reiteró que no hay imposiciones en la designación de los dirigentes municipales. Al encuentro asistió también José Benites Rodríguez, el delegado del CEN Julián Luzanilla Contreras, Benito Sáenz Barella, Secretario de Acción Electoral, Carlos González Toral, Secretario de Operación Política, Juan Machuca Valenzuela, Secretario de Organización, Perfecto Vallejo Castillo y San Juanita Aguinaga Rangel, presidente y secretaria general, del Partido Revolucionario Institucional en el municipio de Reynosa, respectivamente.
ALFREDO MARKO, escritor victorense, presenta su nueva novela. Un abrazo.
Correo: amlogtz@gmail.com
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