La Talacha
Por Francisco Cuéllar Cardona
Votar en libertad
La verdadera lucha por el voto empezó a partir de las cero horas de este jueves.
Lo que se dijo y se hizo en las precampañas y campañas quedó atrás y no cuentan ni influyen ya en el elector que el próximo domingo saldrá a depositar su voto en la urna.
A partir de ahora, los operadores electorales de los partidos y candidatos harán uso de todos los argumentos y métodos legales y no legales para convencer u obligar al militante o al simpatizante a votar por el hombre o mujer que busca una curul en la próxima legislatura estatal.
La lucha por el poder en las democracias modernas siempre ha sido así, el voto es la mejor arma para que el ciudadano haga valer su autoridad frente a sus autoridades. Tamaulipas viene de muchos años de oscuridad, en donde las decisiones se imponían a rajatabla y no había, ni daban oportunidad de rechazarlas. Pero los tiempos han cambiado. En Tamaulipas se ha ido despertando una conciencia de participación ciudadana, que incluso, hoy los partidos y los gobiernos, han desdeñado y minimizado; aún creen que se vive en el pasado.
Aquí, la democracia con todas sus imperfecciones, aunque tarde, pero llegó al Estado.
Durante mucho tiempo, pues mientras en otras entidades del país las alternancias y las transiciones partidistas y de gobierno se daban, por estos rumbos del noreste se vivía en el estatismo; por eso Tamaulipas está considerada por los observadores y estudiosos políticos como un Estado atrasado casi en todos sus segmentos, a pesar de ser una entidad muy rica en recursos naturales, con mares, ríos, montañas, petróleo, cruces internacionales, con infraestructura carretera envidiable, pero la diversidad cultural y los regionalismos de sus ciudades, lo han llevado a ser un Estado que está despertando, aunque esté llegando tarde a todo.
Resulta imposible creer que Nuevo Laredo por ejemplo, fue una ciudad gobernada por más de 50 años por un solo partido y una sola clase política, y tuvieron que pasar casi 40 años después para que se diera la alternancia. En el terreno del comercio internacional esta ciudad es un punto de referencia en el mundo, pero políticamente vive en el atraso total. En ciudad Victoria, la capital del Estado, durante casi 100 años solo ha tenido dos alternancias (1993 y 2016). Así como estas ciudades, están los 41 restantes. En el poder estatal, los tamaulipecos supieron lo que era un partido diferente en el gobierno hasta el 2016. Los grupos de poder tradicionales, es fecha que no saben si van o vienen; viven en el limbo y no entienden lo que está pasando.
Aun así los tamaulipecos y toda su sociedad está cambiando, y este domingo tiene la gran oportunidad de demostrar su madurez cívica y política. Por años, soportaron el autoritarismo y la prepotencia de un partido y una clase política abusiva, y hoy, a tres años de distancia ya saben si el cambio que llegó a través del PAN fue para bien de la democracia tamaulipeca. Si así les parece, refrendaran el voto por el cambio, sino optarán por las opciones partidistas que están en el menú electoral del Estado, así haya métodos tradicionales de presión para votar.
La sociedad tamaulipeca ya conoció la libertad y sabe que a través de su voto puede promover y consumar los cambios que mejor le parezcan. En medio de una tierna democracia, se puede aspirar a seguir caminando hacia una libertad de construir un Tamaulipas que se inserte en la modernidad democrática.
Que estos días de definición y de reflexión electoral, sirvan para que los tamaulipecos decidan con inteligencia el futuro del Estado y lo que mejor les conviene.
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