El diputado federal Gerardo Fernández Noroña acudió a exigir a los diputados una disculpa pública y seguidores y opositores se enfrentan a gritos e insultos
Por Francisco Cuéllar Cardona
MONTERREY | Gritos, mentadas de madre, insultos que casi llegan a los golpes entre «noroñistas» y opositores, se registraron en el Congreso de Nuevo, León luego que el diputado federal Gerardo Fernández Noroña reconociera la obra de Eugenio Garza Sada y destacara la valentía de los jóvenes guerrilleros que participaron en su secuestro y muerte.
Gerardo Fernández Noroña, exigió una disculpa pública del Congreso de Nuevo León por el agravio y la campaña de linchamiento de que ha sido objeto y confirmó que solicitará un amparo contra el Congreso de Nuevo León y sus diputados por daño moral.
Llamó a los diputados de Nuevo León a no andar haciendo politiquería barata, «deben de castigar a su gobernador que abandonó el Estado y se fue a una campaña presidencial con recursos públicos, que hizo, deshizo y no hicieron; este Congreso no es contrapeso, no representa los intereses de Nuevo León».
Fernández Noroña, dió lectura al ideario de Garza Sada, en donde destacó su tolerancia y su respeto a las libertades, cosa que ninguno de los que hoy lo defienden tienen; son intolerantes, acusó.
Explicó que los jóvenes guerrilleros que participaron en su secuestro y muerte, no iban a matarlo, pretendían que a cambio de el, se dejara en libertad a 52 presos políticos y cesara la represión del gobierno en contra de los jóvenes.
Al final de su conferencia de prensa, empezaron los gritos de apoyo de los noroñistas y de la respuesta de un pequeño grupo que se decía representar el Congreso Nacional Ciudadano y que llamó «perros muertos de hambre » a quienes lanzaban consignas de apoyo a Noroña.
Con altavoces, los dos grupos convirtieron al recinto del Congreso, en un campo de batalla verbal profiriendo insultos de «fuera comunistas», «váyanse a Cuba, aquí no son bienvenidos».
En algunas calles de Monterrey, como la avenida Garza Sada, fueron colocadas mantas que decían, «aquí amamos a Eugenio Garza Sada».
El Congreso de Nuevo León fue amurallado por policías ante el temor de que los manifestantes generaran hechos de violencia.
Dos horas después de la tensión, Fernández Noroña, salió del Congreso entre vivas y consignas de apoyo. Todavía en la calle, hubo voces aisladas que le gritaban «vete, aqui no eres bienvenido»
En algunas calles de Monterrey, como la avenida Garza Sada, fueron colocadas mantas que decían, «aquí amamos a Eugenio Garza Sada».
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