LOS HECHOS
Por José Inés Figueroa Vitela
¿Gobernador de cuántos años?
Las anteriores administraciones municipales duraron en el encargo dos años, para empatar este nivel de elección con las federales del 2 mil 18 y los actuales diputados cumplen una gestión de dos años, para en el 2 mil 21, transitar la misma ruta de concurrencia.
En distintos tiempos y variados personajes, se han referido a la obligatoriedad, a partir de la reforma política federal del 2 mil 14, de hacer coincidentes las elecciones locales con las federales, con posiciones discordantes.
Personalmente, no he encontrado el artículo constitucional o de las leyes reglamentarias que de la razón a cualquiera de esos planteamientos.
Ciertamente, la constitución concede al INE la facultad de organizar elecciones locales y federales y desde la reforma, se ha transitado en la unificación de fechas con variados alcances en las distintas entidades federativas.
De los dichos de los actores y operadores políticos, se empezó diciendo que solo una de las tres elecciones locales -gobierno, congreso y ayuntamientos- era obligada en la concurrencia; luego se dijo que dos y hasta las tres, poniéndose la fecha fatal del 2 mil 24 como plazo.
Una tangente apuntó a que para esta fecha, debía estar legislado y no precisamente consumado del procedimiento en lo local.
De ahí surgió la propuesta presentada por el PRI en la pasada legislatura tamaulipeca, para que el siguiente gobernador fuera por un periodo de cinco años; la iniciativa permanece en “la congeladora”.
La disyuntiva, sobre aquellas premisas, era de que pudiera ser de dos años -como se ha hecho en otros estados- y en efecto, en el 2 mil 24 se estuvieran realizando todas las elecciones locales y federales, al unísono en Tamaulipas.
Dos estudiosos y ejecutantes de la legislación electoral, como el Magistrado EDGAR DANÉS ROJAS y el Fiscal Electoral RENÉ OSIRIS SÁNCHEZ RIVAS, recién reivindicaron la tesis de la no obligatoriedad, en el derecho a seguir eligiendo gobernadores de seis años, en procesos independientes, ajenos en el tiempo al resto de los procesos electorales.
En descargo de tales aseveraciones, entre otros, está el caso del vecino estado de Coahuila, donde este año solo habrá elección de diputados locales, para un periodo de tres años, como proceso intermedio, porque en tres más, en el 2 mil 23, también elegirán gobernador, igual, sin alteración de los periodos perfilados.
Allá solo la elección de ayuntamientos se ha hecho concurrente, precisamente empatadas -las siguientes- para el 2 mil 21 y el 2 mil 24 y no se ven planes de modificar el calendario.
Y sin embargo… persisten quienes insisten en que la alineación total está mandatada desde la constitución y leyes reglamentarias, federales, de aplicación local y deberán ser motivo de otra reforma política estatal para los procesos siguientes.
En septiembre de este año inicia el proceso electoral que desemboca en las urnas del primer domingo de junio del año entrante; tres meses antes -junio- debe estar consumada cualquier reforma legal aplicable; para el 2 mil 22, pues se corre un año los tiempos.
Seguiremos viendo… y diciendo.
Entre quienes estuvieron a acompañar al Director General de Radio, Televisión y Cinematografía, ahora que estuvo de regreso a su tierra, Tampico, con eventos públicos -confiesa hacerlo regularmente en visitas de familia-, se vieron el exdirigente local y frustrado aspirante estatal priísta, ROBERTO GONZÁLEZ BARBA, con quien recordó los tiempos en que coincidieron en el gobierno estatal americanista, dentro de la Secretaría General de Gobierno titulada por el célebre HERIBERTO BATRES (qepd).
El exalcaldes mantense, exdiputado y exfuncionario estatal JAVIER VILLARREAL TERÁN, también hecho al morenismo de atrás tiempo, igual por allá anduvo, como lo hizo desde las vísperas, con el otro anfitrión de los eventos del titular de la RTC: PACO CHAVIRA.
De extraños retornos, aunque en el pasado proceso interno de MORENA ya se había dejado ver, acompañando a su hija en una aspiración que no concretó, ayer anunció en conferencia de prensa su regreso al activismo público la exregidora panista victorense HELGA RUTH VÁZQUEZ.
En principio se declaró expresa política, víctima del anterior gobierno estatal encabezado por EGIDIO TORRE CANTÚ, a quien dijo, no le gustaron sus desplantes y “airados reclamos” y por eso le echo a “la justicia” encima, pero fue exonerada y ahora se dedicará a defender a las víctimas, como ella, dijo, sin colores partidistas.
HELGA fue apresada, se dijo en su momento, en posesión de grandes cantidades de numérico, del que no demostró su origen y se presumió, era producto de actividades ilícitas, destinado a peores motivos.
La llevaron al Penal Federal de Matamoros en primera instancia y luego la trasladaron al de Máxima Seguridad del Altiplano, permaneciendo casi tres meses en cautiverio, donde conoció a NESTORA SALGADO, entonces procesada por secuestro.
Esta última se reivindicó como “luchadora social” y hasta el Senado de la República fue a dar, de la mano del hoy Presidente de la República, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR y su partido, MORENA.
En la Cámara Alta HELGA RUTH y su hija pronto causaron alta como asistente y asesora de la exvecina de celda y apuntaba a que se iban a ir a seguirla a su natal Guerrero, con las aspiraciones estatales que andaba perfilando “la jefa” por aquellos lares.
Tan bien que estaba por allá la exregidora panista victorense, ¿a que viene de regreso al sufrido, zozobrado y abandonado municipio capitalino tamaulipeco?
Ni duda que en efecto vaya a brindar apoyos a quienes se lo soliciten, pero algún proyecto adicional traerá; cuando la apresaron, se dirimía en el Tribunal Electoral su candidatura a una diputación local suplente.
El fallo fue negativo, pero no se dio a conocer sino hasta que ya la habían llevado lejos las fuerzas federales; ahora está de vuelta y no será extraño que venga a retomar sus pendientes o construir nuevos espacios de participación.
En el colmo de las paradojas, quienes por sus excesos quedaron marginados de los movimientos gremiales, andan buscando regresar, entre reclamos, con la bandera que quienes están, les cierran la puerta “porque no quieren perder privilegios”.
El león cree que todos son de su condición.
Particularmente, el gremio magisterial está conformado por profesionistas, con un bagaje cultural, político y social respetable a los ojos de la sociedad en su conjunto, solo fuera de foco de quienes pretenden burlar su inteligencia, doliéndose de que no quieren entregarles la dirigencia, quienes se encuentran en ella.
El acuerdo nacional para que quienes aspiren al cargo dirigente tengan experiencia, con la carrera y representatividad que da ser parte del comité ejecutivo, no es privativo del SNTE y se encuentra ampliamente sustentado.
El reducto nostálgico de apartados tortuosos del pasado, pretendió que agentes externos le entregaran en bandeja de plata la estructura sindical, luego se presentaron como disidencia y ahora andan queriendo asustar con el petate del muerto y sorprender a los compañeros, ofendiendo sus capacidades.
En nada la han pegado y no lo van a hacer, porque su inspiración es malsana.
Los votos de los delegados, electos en asambleas de base son quienes han instalado a las dirigencias actuantes y el resultado de su gestión es evidente, constante y contundente.
Los liderazgos auténticos por estos tiempos son escasos, y los maestros tamaulipecos, en RIGOBERTO GUEVARA VÁZQUEZ tiene uno de ellos.
Las -frustradas- imposiciones, la diatriba y la ofensa, no tienen más cabida.
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