POR RAYMUNDO HERNÁNDEZ A.
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Precursor agrarista y revolucionario en 1909, Higinio Tanguma Rodríguez fue considerado el terror floresmagonista de los hacendados del sur de Tamaulipas; es también el hombre a quien el movimiento social centenario le debe reconocimiento por sus acciones a favor del peón explotado, aún cuando él mismo era patrón salinero de unos 12 trabajadores.
A su muerte en 1912 en la Sierra de Tamaulipas pasarían 20 años para que sus restos fueran exhumados de la Sierra de Tamaulipas para recibir el homenaje de la Liga de Comunidades Agrarias en el gobierno de Marte R. Gómez. Al parecer hasta ahí llegó el reconocimiento, pues el anonimato volvió a cubrir al prócer.
El es el autor de la frase ‘Viva Tierra Libre y Libertad’, con la que se identifica su movimiento campirano un año antes del movimiento maderista en el país, cuando hastiado de las injusticias porfirianas y del despojo de sus tierras se levanta en armas.
Higinio nace en 1860 en el ahora municipio de China, Nuevo León y aunque se desconoce qué hizo en su juventud, en 1900 se le encuentra radicando en Altamira, Tamaulipas, donde con holgura económica era dueño de casas de madera, algunos terrenos, bodegas de sal y pequeñas salineras productoras con sus guayines de traslado.
De acuerdo con las investigaciones que en vida hiciera el cronista de González, Angel Pérez Sánchez basado en los testimonios de cuatro sobrinos de Higinio, Tanguma se afilia en 1906 al Partido Liberal Mexicano de los hermanos Ricardo y Enrique Flores Magón. Para 1909, influido por las ideas revolucionarias considera que los latifundios deben ser repartidos entre los campesinos que trabajan la tierra.
PRESO POR AGITADOR FLORESMAGONISTA
Traba amistad con Ricardo Flores Magón, con quien se reúne en algunas ciudades del país y en Estados Unidos. En su domicilio de Altamira recibe el crítico periódico del PLM Regeneración, cuando leerlo era más que un delito en el porfiriato. Esto, junto con la propaganda que hacía en sus 12 trabajadores en 1907 le valen la detención en la cárcel de la villa, acusado de enemigo del régimen dictatorial porfirista.
Luego se fugaría junto con otros obreros suyos y un custodio. Los prófugos se van a Aldama, para llegar a la Sierra de Tamaulipas de Aldama, donde conoce que los rurales de la Acordada los buscaban.
Acampa en Ojo de Agua, en Monte Alto, “donde después de varias semanas envió a dos de sus acompañantes a Altamira con poder para vender sus propiedades, quienes regresaron con la mala noticia que todos sus bienes habían sido incautados por una deuda de dos mil 216 pesos a Assemet”, escribe Pérez Sánchez en su obra González, Corazón de la Huasteca Tamaulipeca (Cd. Victoria, UAT, 2004, p.169).
Es entonces cuando decide levantarse en armas convencido de las injusticias del porfirismo y de los hacendados de las que escribía Flores Magón. “Asaltó varias haciendas sin derramar sangre, en un movimiento inesperado, adelantándose casi un año a la rebelión maderista”, añade Pérez.
Sus ataques los dirige contra las haciendas y latifundios donde incendiaba los libros de raya, quitaba armas y dinero a los dueños y hacía proselitismo. Tenía 75 hombres cuando visitó a su hermano Concepción Tanguma en la hacienda La Muralla. A fines de 1910 trae armas de contrabando por Matamoros y en febrero de 1911 es detenido en Brownsville durante 10 días por indocumentado.
LAS CARTAS CON RICARDO FLORES MAGÓN
Una carta de Ricardo Flores M. a Higinio desde Los Angeles le instruye iniciar el levantamiento el 2 de enero de 1911.
“Ha pensado usted muy bien. Es necesario que comience usted desde luego a operar en Tamaulipas, porque por ahí no hay nada. No es necesario comenzar con un grupo grande. El compañero [Práxedis G.] Guerrero comenzó con veinticinco hombres y a estas fechas, según los despachos por la prensa, cuenta ya con un cuerpo de seiscientos hombres. Señor Higinio Tanguma. Querido compañero:
Todo es comenzar, poco a poco se va reclutando gente y cuando se pueda, se da un golpe a la guarnición de alguna ciudad”, refiere Obras Completas de Ricardo Flores Magón. Correspondencia 1 (1899-1918), compilado por Conaculta, México, 2000.
En otra carta de Flores M. el 12 de febrero de 1911 le avisa que le envía su credencial de delegado general para Tamaulipas nombrado por la junta directiva del PLM.
la reacción del régimen porfirista y del gobierno estatal de Matías Guerra casi extermina a los floresmagonistas de la frontera tamaulipeca a fines de 1911 obligando a Tanguma a refugiarse en otra zona interior “que fue la localizada entre las sierras de Maratines y de Tamaulipas…”, escribe Carlos Mora García en su obra La Revolución Mexicana en Tamaulipas (Cd. Victoria, Gobierno del Estado, 2009, p. 61).
‘COLUMNA LIBERAL DE LA SIERRA Y COSTA DE TAMAULIPAS’
El cuerpo de insurrectos de Tanguma se hizo llamar Columna Liberal Expedicionaria de la Sierra y Costa de Tamaulipas, según referencia contenida en el Archivo Histórico del Poder Judicial de la Federación, juzgado 9º de distrito, citado por Mora.
Añade Mora en su obra que en marzo de 1912 el periódico El Cauterio, de la Asociación Democrática Estudiantil de Ciudad Victoria dirigido por Emilio Portes Gil narra que “una partida de bandoleros que en número de 40 capitaneados por Higinio Tanguma y con la bandera roja y el lema Tierra y Libertad, asaltaron la hacienda de Santa María en el municipio de Aldama. Incursionaron en la hacienda Acuña, propiedad de Bartolo Rodríguez; el rancho San Miguel de David y Juan González, donde las huestes revolucionarias quemaron los libros de apuntes de deudas de la hacienda”.
Tanguma también ataca la hacienda El Cojo y otras más, pero luego se repliegan a la sierra. Para el historiador Juan Fidel Zorrilla “el movimiento encabezado por Higinio Tanguma tuvo alcances mínimos…el hacendado de Acuña, Bartolo Rodríguez, un antiguo militar federal, organizó una fuerza armada y solicitó al gobierno de madero su autorización para aplicar la ley fuga como único remedio a la situación de inestabilidad”.
“Finalmente, aislado sin recursos ni capacidad de convocatoria, Tanguma fue sorprendido y muerto en una emboscada a mediados de 1912”, refiere el autor en su obra Tamaulipas, una historia compartida II, (Cd. Victoria, UAT, 1993, p. 168).
“TIERRA Y LIBERTAD…NO SABEMOS QUE SIGNIFICA”: HACENDADO
El historiador tampiqueño Aurelio Regalado Hernández escribe el 29 de junio de 2010 en El Sol de Tampico acerca del tal Bartolo: “El 18 de marzo de 1912, luego que el revolucionario magonista Higinio Tanguma atacó sus haciendas de Sabino Gordo y Acuña, Bartolo Rodríguez dirigió desde Tampico una carta a Francisco I. Madero en la que le solicitaba «cuando menos trescientos rifles y parque suficiente» para defenderse.
En una segunda carta, se refirió a los rebeldes en estos términos: «(Esta) partida de bandoleros… no tiene ninguna mira política. Andan muy mal armados…. se concretan a hacer robos de caballos, armas, municiones y algunas otras raterías, pero sin cometer ningún asesinato. Llevan una bandera roja y en el centro un letrero que dice en caracteres blancos: Tierra y Libertad, que no sabemos qué significa…».
Por su lado el historiador Francisco Ramos Aguirre observa que una posible explicación del ataque de Tanguma a las haciendas Santa María y Sabino Gordo puede tener su origen en los atropellos, lesiones y abuso que sufrió su hermano Concepción en junio de 1910.
E n su libro Marchemos Agraristas (Cd. Victoria, Gobierno del Estado, Col. Centenarios, 2009, p. 27), Ramos Aguirre anota que el chinense Higinio muere a traición el 23 de abril de 1912, junto con Emilio González en un predio de Villa de Casas, según consta en un telegrama que recibió el presidente municipal de Aldama el 30 del mismo mes y año.
Luego de un asalto al rancho El Sabino en Aldama, varios tangumistas son detenidos. Juan Espinosa declara que las haciendas asaltadas son seis y que él se involucró por presiones del propio Higinio y afirma “que para él no había gobierno
federal, que él lo era todo y que les iba a repartir tierras, como les repartía desde luego entre los vecinos de los ranchos que saqueaba, los mismos objetos del saqueo”.
ASESINADO A TRAICIÓN POR RECOMPENSA
En su obra González Corazón de la huasteca tamaulipeca Angel Pérez difiere de la fecha del fallecimiento (p. 170) “Tanguma murió en octubre de 1912 de dos balazos por la espalda que le disparó uno de sus hombres de apellido González, traicionándolo por la ambición de la fuerte que por él se ofrecía –por Bartolo Rodríguez-”.
Concluye que en 1932, en el gobierno de Marte R. Gómez fue exhumado el cadáver de Tanguma de la sierra, en trasladado a Victoria para recibir el reconocimiento agrarista en la Casa del Campesino y sepultado después en el panteón municipal ante la presencia de Concepción, su hermano.
En ese 2004 Pérez Sánchez escribe que los sobrinos de Higinio, hijos de Concepción, Lucio, Eduviges, Maximiliano y Simón, son quienes aportan los datos acerca de la vida de este precursor agrarista, residentes entonces en González.
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