Por Francisco Cuéllar Cardona
ESPECIAL | Cuando René Bejarano recibía los fajos de billetes de parte del empresario Carlos Ahumada, y que fueron vistos por todo México a través del video montado, según dijo el argentino por Diego Fernández de Cevallos, Carlos Salinas de Gortari, Vicente Fox y Rosario Robles, Andrés Manuel López Obrador, entonces jefe de gobierno de la Ciudad de México, dijo a sus colaboradores cercanos:
«ya llegará el día de la dulce venganza».
Y citó la célebre frase:
«La venganza, es un plato que se consume en frío».
Andrés Manuel ya despuntaba como el líder opositor más importante del país y aparecía como puntero en las encuestas presidenciales para el 2006. En marzo del 2004, el videoescándalo de Bejarano, su principal operador político en la ciudad de México, pretendía descalificar el proyecto del tabasqueño, operativo que no prosperó aunque sí lo llevó a perder por una mínima diferencia frente a Felipe Calderón, acusando a la «mafia del poder» del gran fraude electoral en su contra.
Desde entonces, El Peje, inició una lucha política intensa contra los que llamó sus enemigos y prometió sacarlos del poder y hacerlos pagar todo lo que le hicieron a él y al país, según dijo.
El 1 de diciembre del 2018, apenas protestó como Presidente de México, una de las primeras «acciones de justicia» que hizo el gobierno de López Obrador fue procesar y encarcelar a Rosario Robles, ex funcionaria del gobierno de Enrique Peña Nieto, y a quien Andrés Manuel la tenía sentenciada por haberse coludido con «la mafia del poder».
Rosario Robles y AMLO fueron grandes amigos en el PRD y como discípulos e integrantes del equipo de Cuauhtémoc Cárdenas habrían hecho un pacto para apoyarse mutuamente para llegar a la Presidencia de la República, «si tu llegas, yo te apoyo; y si soy yo, tu me apoyarás», habría sido la promesa entre ambos.
Tras el videoescándalo, Andrés Manuel descubrió una presunta traición de Rosario Robles, y desde entonces, dijo, «Rosario me las pagará», confiesan sus amigos de entonces. Hoy, Rosario Robles está en prisión, y aunque su defensa legal y abogados expertos afirman que el delito de que se le acusa no es grave y podría enfrentarlo en libertad, pero el juez le negó ese derecho, argumentando que podría huir del país, además de considerarla una «persona peligrosa».
Coincidentemente, el Juez que llevó el caso de Rosario, fue Jesús Delgadillo Saldierna, sobrino político de René Bejarano.
Esta historia, dicen los analistas, fue el inicio de la gran venganza del Presidente López Obrador contra quienes le han complicado su vida política, sin embargo el gran momento está por llegar, con la extradición de Emilio Lozoya Austin, ex director de Pemex, quien llega de España con la nueva versión de «Los video-escádalos 2020» bajo el brazo, en donde pondrá, según el Presidente, al viejo régimen al desnudo con toda su corrupción y podredumbre:
«El señor Lozoya ha prometido dar información de como se montó toda la trama de la Reforma Energética y como la empresa brasileña Odebrecht pagó sobornos millonarios para obtener contratos con Pemex».
«¿Quiénes aprobaron esa reforma?, ¿qué partidos? Ahí se los dejo de tarea. ¿Cómo la aprobaron?, ¿por qué se obtuvieron los votos?, ¿cómo se obtuvieron los votos? Esto va a ayudar mucho a esclarecer cosas, porque fue un gran engaño, un gran fraude la llamada reforma energética», cuestionó el Presidente en sus Mañaneras.
Emilio Lozoya, se afirma, es el arma destructiva más poderosa que hoy tiene el Presidente para consumar su gran venganza esperada por años, pero también pondrá contra la pared y de rodillas a toda la élite del poder que ha gobernado en los últimos 20 años.
Para López Obrador, Lozoya es la última nota que le faltaba para consumar su gran obra en contra del viejo régimen y la mafia del poder y que en tres tiempos pondrá en la lona a los que dice, le han hecho mucho daño al país.
Primero: El ex Director de Pemex, ha dicho, revelará cuanto dinero se recibió por parte de Odebrecht y el uso que se le dio en las campañas del PRI.
Segundo: Dará a conocer mediante vídeos cómo se pagó con dinero y favores políticos a figuras priístas, panistas y perredistas con vigencia actual para votar a favor de la Reforma Energética y que se conoció como el Gran Pacto por México.
Y Tercero: AMLO estaría utilizando la delicada información de Lozoya como arma electoral, que tendría un impacto en las elecciones del 2021, en donde se incluiría lleve a prisión al ex presidente Peña Nieto.
El Presidente también se estaría empoderando con la información de Loyoza y la usaría para someter política y judicialmente a los personajes que hoy lo cuestionan y le estorban para sacar adelante su gobierno.
La dulce venganza de AMLO, dicen, está por consumarse.
Cualquiera que sea la intención o la razón para hacer público el video de Lozoya y usarlo en el juicio que se le sigue, “para purificar la vida pública” como dice el Presidente, como venganza, como show, para hacer justicia, para tener la certeza de la corrupción en las altas esferas del gobierno de Peña Nieto, para saber cómo trabajaba la alianza del pri con el pan, para saber cuánto billete ilegal le metieron a la campaña de Peña Nieto; por esto y mucho más, queremos ver el Video y que lo usen para que los que aparecen sea juzgados o si no se puede porque se dice que sus delitos ya prescribieron, definitivamente que se sepa quienes son como individuos, hipócritas y corruptos.