BEIRUT | De acuerdo con la agencia de noticias AP, el primer ministro libanés Hassan Diab presentó ayer su renuncia junto con varios integrantes del gabinete en medio de la indignación pública contra la élite política del país, tras la devastadora explosión en Beirut la semana pasada.
Según AP, Diab acudió al palacio presidencial para presentar la renuncia. Esto sigue a un fin de semana de protestas en contra del gobierno tras la explosión del 4 de agosto en el puerto de Beirut, que causó una extensa destrucción.
El momento representa el dilema político que vive Líbano. Desde octubre, han hecho enormes manifestaciones para exigir la salida de todo el liderazgo basado en sectarismo por la corrupción, incompetencia y mala administración.
Sin embargo, la oligarquía gobernante se mantiene en el poder durante tanto tiempo, desde que terminó la guerra civil en 1990, por lo que es difícil hallar una figura política sin vínculos con ellos.
Aunque la renuncia de Diab era inevitable tras la catástrofe, se mostró poco dispuesto a salirse y hace dos días dio un discurso que se transmitió por televisión en el que dijo que podría quedarse durante dos meses más para permitir que varias facciones llegaran a acuerdos para las reformas. Sin embargo, la presión al interior de su gabinete fue demasiada.
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