LOS HECHOS
Por José Inés Figueroa Vitela
Tres patines, nananina y LTC
La Tremenda Corte, ya resolvió sobre una de las tres controversias desistidas por la actual legislatura, de las que presentó la anterior, con dedicatoria o interés expreso.
La Segunda Sala del máximo tribunal del país, también desechó uno de los tres recursos que interpuso el Gobernador de Tamaulipas, FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA, en contra de la orden de aprehensión que existe en su contra.
“Todavía falta que echen abajo los otros dos amparos, pero el rechazarle la controversia que presentó ya es un signo de que las cosas están avanzando”, dijo ayer el Presidente del Congreso Local ARMANDO ZERTUCHE ZUANI.
Ya en la sesión plenaria legislativa, otros entuertos se fueron revirtiendo, de los que heredaron los diputados que se fueron, y los reelectos siguen defendiendo sin pudor alguno.
Por lo pronto, con esa contrarreforma, MORENA ya no tendrá que compartirle al PAN la Presidencia de la Junta de Coordinación Política, el órgano de gobierno del Congreso, la mitad de trienio como aquellos habían dispuesto.
Además, que juren decir verdad los comparecientes al congreso -en esa modificación al reglamento interno-, aunque parece un eufemismo de mero trámite, tiene connotaciones más profundas.
El primer compareciente de este renovado Congreso, lo será el Auditor Superior del Estado, JORGE ESPINO ASCANIO y nadie lo ve diciendo verdad sobre cómo, frente a tanto señalamiento, él no ha encontrado desvío alguno de recursos públicos.
La “protesta de decir verdad”, quiere decir que si miente y se lo comprueban -que a algunos se les hace muy fácil-, luego pueden fincarle responsabilidades y por ahí revertir la prolongación en el cargo que igual le hicieron los “diputados carnales” de la pasada legislatura.
A él, a los auditores internos, a los fiscales, a los magistrados, a los consejeros, comisionados y demás integrantes de los “entes autónomos”, con los que igual el PAN planeó prolongarse en el poder más allá del 2 mil 22, salga lo que salga en la votación del 5 de junio.
FÉLIX FERNANDO GARCÍA AGUIAR, no ignora que las cuentas públicas se presentan de manera anual y corresponden al manejo de los recursos públicos del año respectivo.
Por eso cuando dice que “es herencia del pasado”, las observaciones hechas por la Auditoría Superior de la Federación al gobierno del estado, en las cuentas públicas del 2017, 2018 y 2 mil 19, cuestionando el destino de más de 15 mil millones de pesos de presupuesto federal sin solventar, solo intenta pobremente desviar la atención sobre el tema.
EL MOYO, como le gusta lo llamen, ya fue diputado en la legislatura anterior y más atrás “manejó” los fideicomisos de Nuevo Laredo, que de origen son del municipio, pero se los abrogó el Estado y su carnal.
Sabe que las cuentas públicas se limitan al ejercicio del año que las identifica, así que justificar en los gobiernos anteriores las inconsistencias del actual, como empatarlo de lo Federal a lo local, multiplica culpas.
¿Si hay fundadas sospechas de desvíos de los recursos etiquetados que ha enviado la federación al gobierno del estado, qué no habrán hecho con los recursos de libre disposición?
Esa es la lógica por la que la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior del Estado, enseguida de su instalación decidió llamar a comparecer al Auditor Superior para que de cuenta del trabajo que ha venido haciendo.
¿Por qué no ha detectado alguna irregularidad y hasta ha dictaminado favorables, con premura, las cuentas más recientes del gobierno mientras el ente federal ha sido constante en sus observaciones a dineros públicos confiados sin saber a ciencia cierta su destino?
Para el MOYO y sus ex compañeros que le aprobaron -siendo mayoría-, en la pasada legislatura, todo lo que les mandó el ejecutivo sin chistar, todo está bien, es transparente y mantiene al Gobernador en las más altas calificaciones del país.
No lo dice pero evidentemente difiere de la Consulta Mitofski que lo puso hasta el final de la tabla, el 32, entre 32, como el peor calificado, pero esa es otra historia.
En la sesión legislativa de ayer hubo otros puntos de encuentro de los diputados de los distintos partidos políticos, como fue la exigencia a las autoridades para que actúen ya y reviertan el resurgimiento de la violencia que se está dando en general.
Particularmente, el diputado Presidente ZERTUCHE, rodeado de todos sus compañeros en torno del podio, se refirió a la desaparición del exdiputado ULISES MARTÍNEZ TREJO y su esposa, el 27 de octubre, sin que a la fecha se sepa su paradero.
Cuando publicó la alerta de las autoridades, dijo aquel, otros 50 casos de desaparición le fueron notificados y pedido su ayuda en la búsqueda, por parte de familiares y amigos.
Por eso urgieron, todos los diputados al unísono, a las autoridades de seguridad a hacer su trabajo y encontrar a las víctimas de esta nueva ola de inseguridad y violencia.
Aunque MAKI ORTIZ de momento se declara más morenista que EL PEJE, su ADN panista la delata frecuentemente.
Ahora que volvió a Victoria capital, a pregunta expresa de uno de los asistentes a uno de los eventos que se organizó, propuso como solución al problema del abasto de agua en el Estado, “sacar un ramal del Río Pánuco al Río Soto la Marina”.
Si no andaba alterada en sus facultades mentales, si no dijo lo primero que se le ocurrió para salir del paso, si no expresó tal burrada para ver si así llamaba la atención de la opinión pública, a la que no ha impresionado su rollo de que cambió a Reynosa con miles de millones de pesos que consiguió y políticas de avanzada que anda enseñando a los actuales alcaldes, la duda persiste, porque tonta tampoco es.
No tiene por qué conocer el Estado y sus problemas, pero ya cualquier infante opera las apps que abundan en los teléfonos, tabletas y computadoras, con las que se ve el mapa, se miden distancias y se visualiza la corteza terrestre.
Los afluentes del Río Pánuco vienen desde el centro del país y a Tamaulipas solo viene a desembocar en una puntita de la geografía sur, por Tampico; el río Soto la Marina se encuentra 100 kilómetros al norte, sierra de por medio y en su entorno no sufre falta de fluido, desde la presa Vicente Guerrero.
Si se refiere al proyecto de llevar agua de ahí a Monterrey, no atiende a ramales, si no a un acueducto de un costo superlativo y factibilidad técnica y financiera por definir, con todo y los extraordinarios capitales de la urbe industrial, por no hablar de las implicaciones políticas y ecológicas que le han ido postergando por casi una década.
El proyecto Monterrey VI implicaba hace diez años, una inversión de 17 mil millones de pesos y una ruta de 372 kilómetros de acueducto de 2.13 metros de diámetro; Victoria no ha podido construir menos de 20 kilómetros de la segunda línea de su acueducto porque no consigue los mil 200 millones que cuesta.
El problema del abasto de agua para consumo humano de Tamaulipas, no es por falta del vital líquido, sino por ineficiencia, corrupción, complicidades, que se trasforman en falta de infraestructura, mantenimiento y equipo.
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