Por: Jorge Maldonado Díaz
MONTERREY | Este domingo iniciará el horario de verano, por lo que la gente tendrá que adelantar una hora sus relojes la noche del sábado, para el domingo tres de abril ya iniciar con esta disposición.
Lo anterior con el simple objeto de que no se le haga tarde a la gente y tampoco se confunda el lunes próximo para la entrada a los trabajos o planteles estudiantiles.
Esta medida tiene como principal objetivo aprovechar la luz natural del día para reducir el uso de energía eléctrica en las actividades cotidianas
En el caso de dispositivos digitales el ajuste se hace de forma automática, por ello, es importante que la ciudadanía ajustes los relojes análogos, para que no tengas duda sobre el horario correcto.
El aprovechamiento de la luz natural podría significar un ahorro de hasta 30% en el costo total de energía.
Si bien, en México no existen indicadores que cuantifiquen el uso de electricidad, por ejemplo, en edificios, el Consejo Mundial de la Energía (WEC, por sus siglas en inglés) dio a conocer que estos representan cerca del 40% del consumo total de energía a nivel mundial.
Por su parte, el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (Fide), en conjunto con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias (INEEL), indicaron que en 2017 el horario de verano permitió ahorrar mil 311 millones de pesos.
Para dimensionar el significado del ahorro de energía obtenido en 2018, los 945.29 GWh serían suficientes para abastecer el consumo de 592,240 casas habitación durante todo un año, con un consumo promedio de 266 kilowatt hora al bimestre (kWh/bimestre), o el equivalente al consumo de energía de 8.3 millones de lámparas fluorescentes compactas autobalastradas prendidas las 24 horas del día durante un año.
HISTORIA DEL HORARIO DE VERANO
El primero en concebir la idea de adaptar el horario en los meses de mayor insolación fue el científico e inventor estadounidense Benjamín Franklin. En 1784, durante su estadía en Francia, publicó un ensayo en Le Journal de Paris, en el que calculó los ahorros que se lograrían dejando de utilizar velas si los parisinos se levantaran más temprano durante los meses de verano, aprovechando la luz solar y reduciendo la necesidad de iluminar artificialmente sus hogares.
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