MONTERREY | Entre rezos, cempasúchil, pompones y gladiolas, cientos de familias acuden a los panteones del área metropolitana este dos de noviembre Día de Muertos.
Los camposantos abrieron sus puertas desde temprana hora, pero fue a partir de las ocho, cuánto se empezó a notar más concurrencia de la gente.
Pese al fresco del día y en algunos momentos las fuertes rachas de aire, los asistentes no dejaron de hacer trabajos de limpieza, desmonte y pintura en las lápidas.
Además de acomodar las ofrendas florales y después sentarse un rato a platicar, recordar y también rezar.
“Hemos mantenido limpio el lugar, la gente viene sin ningún problema, además, hay mucha vigilancia por parte de la policía y vendedores, le pedimos a las personas dejar la basura en los cestos”, manifestó uno de los trabajadores del Panteón municipal San Jorge ubicado en Monterrey.
“Mi mami vivía aquí en la colonia Urdiales, y aquí está, cuando estaba en su lecho de muerte y preguntamos dónde quería tener su lugarcito para descansar ella decidió aquí”, indicó Josefina, integrante de la familia que visito el panteón El Roble ubicado en Monterrey.
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