LOS HECHOS
Por José Inés Figueroa Vitela
Tamaulipas en AMLO
Mucho antes de ser presidente de la República, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR ya tenía a Tamaulipas en el corazón, y en el pensamiento.
Mochileando – “jalando una maleta”-, con su esposa BEATRIZ GUTIÉRREZ MULLER, fue hasta Panamá y cruzando el viejo puente, llegaron hasta Bocas de Toro, la isla donde “se perdió” CATARINO ERASMO GARZA RODRÍGUEZ.
Iban en busca del “héroe desconocido”, tamaulipeco precursor de la revolución mexicana, de la reivindicación popular continental y defensor de los mexicanos, que quedaron varados en Texas tras la cesión de nuestro territorio al vecino del norte.
Encontrando los paralelismos entre la dictadura porfirista y el conservadurismo contemporáneo, llamado el prianismo, AMLO se topó con la figura del matamorense que, con cien fieles revolucionarios, le hizo la guerra a PORFIRIO DÍAZ y al gobierno norteamericano y terminó integrándose al movimiento social de América Latina y el Caribe, cuando ya se proyectaba la construcción del Canal de Panamá, con su intervención anglosajona.
En esa lucha murió y los enemigos de las causas sociales se encargaron de echarle tierrita así figura hasta que la pareja presidencial fue a buscarlo primero y luego mandó expertos, hasta encontrar sus restos mortales.
Estos, inmersos en el seno del busto, diseñado por el mejor escultor mexicano de la actualidad, en la calificación del presidente, ayer regresaron a Matamoros.
Con AMLO y doña BEATRIZ, vinieron a la ceremonia, en la plaza construida ex profeso, pegada al cruce fronterizo, “brincando el bordo”, los secretarios de Marina y la Defensa Nacional, la secretaria de Gobernación y Educación, el fiscal general de la República, entre otros miembros del gabinete, todos bajo la anfitrionía del Gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA y su esposa, la señora MARÍA.
“Edificio de Repatriación. México está contigo”, se lee en la identificación de la local sede del Instituto Nacional de Migración, contiguo a la plaza que ahora lo separa del llamado “Puente Nuevo”, oficialmente denominado “Puerta México”.
Ahí de los accesos, compartían decibeles los cánticos de ciudadanos admiradores del presidente, contra los gritos de protesta de los trabajadores del Poder Judicial de la Federación que no quieren que se elija por voto popular a los jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte, como ya lo dispuso el Congreso de la Unión.
” Para dictadores PORFIRIO DÍAZ, es el guion de esta película”, abrió en su exposición la esposa del presidente, aclarando términos a los manifestantes.
Luego leyó una carta poema del insigne tamaulipeco, escrita en el barco que lo llevó al exilio y a una nueva lucha continental, que dedica a su esposa y a su lucha, entre el dolor de dejar sus amores, su esposa y su hija y las arengas a sus compatriotas, por tomar las armas para derrocar al dictador y terminar con la explotación, lo que sucedería casi dos décadas después.
“No es el bandido que decía los americanos; es un revolucionario que merece mucho respeto”, dice el presidente confesaron sus verdugos y veneran los descendientes, que se vieron inundados de mexicanos y su cultura, de libros e historia que les recordaron su grandeza, ahora que por allá se anduvieron haciendo las investigaciones, hasta encontrar los restos de CATARISMO ERASMO, confinado a una fosa común, con los caídos en la batalla donde perdió la vida a finales del siglo antepasado.
El Gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA recordó ahí la entrega del prócer tamaulipeco que se entregó a la lucha contra la dictadura porfirista, en demanda de una zona libre, el derecho a las tierras comunales y la protección de los tamaulipecos-texanos, quienes quedaron vulnerables en la franja de nueces ante la cesión de parte del territorio nacional.
Una reivindicación que los tamaulipecos aprecian y agradecen, dijo, parafraseando a SARAMAGO, hablando del valor de la memoria, y garantizando que el legado incalculable del presidente AMLO siempre será recordado en Tamaulipas.
«Tenga la certeza de que la huella que ha dejado en la historia de México y en el corazón de su pueblo es y será valorada como uno de los momentos más fecundos», le dijo, y en el acto le entregó 377 mil 474 firmas de tamaulipecas y tamaulipecos que se hicieron presentes en distintos espacios y plazas públicas, expresándole la alegría de que este país se haya transformado para bien.
Con más de esto y aquello se comprometió la presidenta CLAUDIA SHEINBAUM PARDO, entre vítores y aplausos del respetable, ciudadanos que tuvieron acceso al evento.
Un par de corridos de aquellos, dedicados al prócer CATARINO, rubricaron la emotiva ceremonia.
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