LOS HECHOS
Por José Inés Figueroa Vitela
Cambio de orden
La liberación de EUGENIO HERNÁNDEZ FLORES fue un acto largamente esperado no solo por sus allegados; el grueso de los tamaulipecos siempre supieron de su inocencia, como hasta ahora, saben del perfil delincuencial de su persecutor.
Los delitos que el exgobernador de triste memoria le inventó y procesaron, quienes siguen cobrando en la Fiscalía y los tribunales, como incuestionables cómplices y actores directos de no pocos delitos, siguen vigentes para sancionarse aquí y allende el Bravo.
El proceso de extradición por delitos, que igual sembró en Estados Unidos, el jefe de la banda del pasado sexenio, por un pretendido desvío de recursos públicos del Estado, fue una declaración en falso, que deriva en no pocos delitos en la legislación norteamericana.
¿Alguien cree, que si FRANCISCO JAVIER “N” hubiera tenido elementos para procesar a EUGENIO, por desvío de recursos no lo habría hecho, en lugar de inventar lo de la compra-venta de terrenos y el enriquecimiento ilícito?
De la caída del torvo sujeto que saqueó a Tamaulipas, a la liberación del personaje carismático, que le cambió el rostro al Estado con obras, trabajo social y relaciones personales sin parangón, existen primicias que hablan del tránsito hacia un verdadero estado de derecho.
La confirmación de la autoridad federal y la local electoral, en el liderazgo del Congreso, personificado por la coordinadora del grupo parlamentario morenista, ÚRSULA PATRICIA SALAZAR MOJICA, fue otro acto de justicia que reafirma el valor del voto ciudadano.
Son botones de muestra de la transformación que en el Estado lidera el Gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA.
Son elementos que, además, hablan de un renovado orden en el momento político que se vive.
Los ex correligionarios de HERNÁNDEZ FLORES, que en su tiempo y de su mano gozaron de fama y fortuna, se apresuraron a aplaudir y felicitar el cambio de la medida cautelar, que le permitirá en libertad seguir el proceso hasta superar la amenaza de la extradición, que en derecho le corresponde.
No todos parecieron sinceros, ni cayeron en la gracia del imaginario colectivo.
No, especialmente, aquellos que hasta le invirtieron, le hicieron la caravana y hasta las vísperas seguían rindiéndole pleitesía al PAN, que en el aquí y ahora sigue llamándose FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA.
Sí, muchos de quienes satisficieron el hambre acumulada de muchos años y resolvieron el futuro de varias de sus generaciones, al cobijo de la bonhomía geñista, tan pronto cayó en la cárcel fueron a ponerse de tapete de su verdugo.
Imágenes tan lastimosas como la de ÓSCAR ALMARAZ SMER, quien hasta llevó a su hijo al zafarrancho, para que aprendiera cómo agacharse ante los ejecutores de quien les puso la mesa, e intentar asaltar por él, el Poder Legislativo.
La lista es larga, de los líderes priístas y funcionarios de los tres niveles del gobierno, que crecieron con EUGENIO y hasta antes de felicitar su liberación, seguían las inercias del cabecismo.
¿Lo seguirán haciendo?
Creo que la mayoría todavía tienen un poquito de vergüenza y no se atreverán a verlo a los ojos, mientras sirven a quien le arrebató seis años de su productiva vida en libertad.
Pasará muchos años para que esos se reivindiquen, no ante GEÑO, cuya generosidad puede perdonarlos pronto, o ya lo hizo; ante la sociedad, testigo de su fragilidad humana y va a considerar mucho darles otra oportunidad pública.
Quienes permanezcan del lado equivocado de la historia, con los delincuentes del pasado sexenio, solo confirmarán esa identidad común, perversa y criminal y con su PAN se la seguirán comiendo.
Como quiera su destino electoral, caminos del 20-24 ya estaba echado.
Si CABEZA DE VACA y su banda, que sigue asaltando por los espacios donde suele aparecer, ya tenían su fecha de caducidad marcada, con la liberación de EUGENIO se acaba de consolidar el trayecto, hacia la profilaxis pública estatal, salpicada de los polvos de aquellos lodos.
El fiscal y sus “auxiliares especiales”, los Magistrados y sus jueces comparsa, el Auditor y la parentela rapaz, los Magistrados, comisionados y Consejeros, que en su tiempo cobijaron los delitos del cabecismo y lo siguen haciendo, están en capilla.
Como en el esquema general, en el Congreso Local, cada vez se toma mayor conciencia de justicia y legalidad, para generar los consensos necesarios, que pasan por la sanción a los delitos cometidos desde ”entes autónomos“ y jurisdiccionales.
A los mismos que se les creó el fuero y la protección, para garantizarse impunidad entre ellos y al patrón del mal que ahí los instaló.
Más temprano que tarde, quienes pudieron irse por su propio pie y dar paso al nuevo orden institucional, tendrán que quedarse, pero a rendir cuentas a la sociedad que han saqueado, agredido, insultado, ninguneado.
Esta misma legislatura iniciará la actuaciones que le competen.
La próxima, que se elegirá en el proceso que en menos de un mes inicia, redondeará la sanción y la renovación de la estructura jurisdiccional, porque los tamaulipecos ya tomaron conciencia y no volverán a darles un voto.
Con la mayoría calificada, se acabará la impunidad y accederemos a otro nuevo orden, de progreso y bienestar.
Veremos.
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