Por Francisco Cuellar Cardona
Monterrey, NL.- El Bronco, llegó mansito a su Tercer Informe.
Como cuando el toro salta al ruedo, sabiendo que le espera lo peor, así entró al recinto legislativo el Gobernador Jaime Rodríguez Calderón. Llevaba dibujada en el rostro una risilla fingida. Saludó a todos de mano, a las diputadas de beso en la mejilla, hasta que llegó a lo alto de la mesa del Congreso, donde lo esperaba el diputado y presidente del Congreso, Marco González.
Todas las miradas estaban sobre él, su gabinete en pleno lo arropó cerquita de la jauría de legisladores que afinaban su mejor voz para subir a tribuna y dejar caer su larga lista de cuestionamientos contra el gobernador independiente, que llegaba cargando en su espalda muchos pendientes, y muchas promesas sin cumplir.
En el graderío, que no se llenó, estaba la burocracia bronca, que fue acarreada para aplaudir y que desde sus celulares daban órdenes hasta sus oficinas desahogando los pendientes de inicio de semana.
Durante 82 minutos, sentado, siempre serio, a veces tomando nota, El Bronco aguantó metralla de los líderes de las bancadas en el Congreso; soportó estoico la catarsis de los diputados que no guardaron nada; todo lo echaron fuera de su ronco pecho.
Fue la Diputada de Nueva Alianza, María Dolores Leal, la primera en tupirle al Bronco su aventura electoral de irse tras el sueño de ser presidente de la república. También le dijo no permitirán alzas a las tarifas del agua y el transporte; le exigió revisar la estrategia de seguridad para frenar la violencia y rechazó la posibilidad de que regrese el cobro de la tenencia.
En su turno, Ivonne Bustos del Partido Verde, fue dura y directa: En tres años, -le dijo- usted no ha hecho nada. Su gobierno está encallado y alejado de la gente. Desperdició la oportunidad que le dieron los nuevoleoneses en 2015 de ser y hacer un gobierno independiente diferente.
Tabita Ortiz del PES, le pidió amar a Nuevo León, ¿Usted ama Nuevo León?, le disparó desde la tribuna, el Gobernador respondió asintiendo con su cabeza.
La bancada de Movimiento Ciudadano, con Luis Donaldo Colosio fue el mas preciso en sus reclamos. Le recetó 6 puntos del Plan Estatal de Desarrollo que no cumplió. Hizo saber al Bronco que según el Pulsómetro Metropolitano de Seguridad, 9 de cada 10 ciudadanos no ven a un gobierno estatal comprometido en la lucha por la delincuencia y solo 2 de cada 10, se sienten seguros en Nuevo León. Le reprochó no poder encarcelar a Rodrigo Medina, mientras que en otros Estados donde hubo alternancia, hay gobernadores que han sido puestos tras las rejas. «Nuevo León -le subrayó- le mandó un mensaje muy claro el 1 de julio: Ocúpese de de su estado». Y le devolvió su frase bronca: «A jalar que se ocupa».
Los discursos fueron subiendo de tono. El Bronco tomaba su pluma y anotaba; apechugaba todo. En las gradas, solo se escuchaba el cuchicheo de la burocracia acarreada.
A la Diputada Esperanza Rodríguez, del Partido del Trabajo le tocó sacarle al Bronco el tema de los feminicidios, «En septiembre fueron 15 y en lo que va del año suman ya 76».
Por los morenos, Ramiro González, dijo que los nuevoleoneses fueron utilizados y engañados, «Sospechamos que usted no quería ser Gobernador de Nuevo León…Usted quería ser Presidente de la República. La raza, como usted nos dice, caímos en el engaño. Es tiempo que cumpla lo que prometió cuando asumió el poder», le recordó.
Alvaro Ibarra de la fracción priísta, fiel a la cultura tricolor, fue benévolo con el invitado. Se anduvo más por las ramas y le expresó que si cumple, lo apoyarán, pero si no…pos no.
Al PAN correspondió cerrar y fue Carlos De la Fuente el encargado de hacerlo y se lo dijo casi de de frente, a unos cuatro metros de distancia:
«Hablar fuerte y bronco ha sido el sello del Gobernador Jaime Rodríguez Calderón, a quien hoy los Diputados de Acción Nacional queremos recordarle que ´El poder no se demuestra hablando fuerte a menudo, sino haciéndolo con la verdad´.
Cuando vio bajar al panista de la tribuna, El Bronco se relajó. Nunca en los tres años de gobierno le habían dicho tantas cosas ciertas en su cara.
Ya en su turno, frente al micrófono, conciliador, les dijo: «Los he escuchado a todos con respeto y con atención». Y como para romper el hielo en aquel ambiente tenso, medio en broma, medio en serio soltó la frase del Tercer Informe: «¡Hoy voy a cambiar!» y le funcionó: Todos rieron.
Entrado en materia de su Informe, muy a su estilo, pero sin excederse, habló de cómo está Nuevo León desde su óptica. La violencia no es tal y la que hay es consecuencia de la liberación de dos líderes delincuenciales por culpa del Nuevo Sistema de Justicia Penal. La bronca de los penales se están atendiendo con los recursos que se ahorraron en estos tres años. Hay mas de 3 mil millones de dólares de inversión extranjera y muchos empleos. No habrá aumento al pasaje hasta en tanto no haya acuerdos entre todos los actores, tampoco habrá alza al agua. Así pintó su mundo color de rosa: Su broncolandia.
Y al final mostró el rostro conciliador y mansito que no se le conocía. Convocó a los diputados a trabajar juntos estos tres años, haciendo a un lado las diferencias. También, en medio de las sorpresas, pidió echarle la mano a Andrés Manuel López Obrador, a quien llamó visionario por quitar el IVA en la frontera. Presumió ser independiente, pero también dijo respetar a los partidos, aunque no esté de acuerdo con ellos.
«Por eso dije que hoy voy a cambiar…Hoy tengo una visión mayor…Hoy, al escucharlos a ustedes, me gano una sensibilidad mas fuerte: No es en la competencia como vamos a sacar adelante a Nuevo León, esa es solamente cuando se compite electoralmente.
Es en la unidad, pero también en la diferencia de ideas. No debe prevalecer una sola idea, deben de prevalecer miles de ideas. Podré no estar de acuerdo con ustedes en algunas cosas, pero me sujeto, precisamente al respeto de esta soberanía».
El Bronco consiguió el aplauso general al final. Los diputados, los mismos que lo zarandearon con sus reclamos, lo acompañaron hasta la puerta de salida. Todos se abrazaron…Todos se veían satisfechos. Ante el cuadro que todos veían, alguien soltó la pregunta…¿Entonces ya domaron al Bronco?. Hay tres años aún para tener respuesta.
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