Después de 22 años, Andrés Iniesta dejó el Barcelona este domingo, en el último partido de la temporada 2017-2018 de la liga española.
Barcelona.- En un Camp Nou a reventar, con un mosaico con la leyenda «Iniesta infinito» y el pasillo de campeón por parte de la Real Sociedad, el club blaugrana despidió a uno de sus más grandes mitos. Iniesta jugó, entre divisiones inferiores y el primer equipo, más de 700 partidos y ganó 32 títulos oficiales, a los que se añade el doblete de liga y copa de este año.
El partido, en el que los de casa se impusieron 1-0 a los donostiarras, fue lo de menos. El equipo local dominó la primera mitad a placer, con todos los jugadores buscando a Iniesta para que anotara un gol. Incluso el colombiano Yerri Mina, tan criticado por aficionados y prensa la jornada anterior, en la derrota ante el Levante, lucio sólido y oportuno.
La Real tuvo algunos minutos de peligro sobre el área catalana al filo del medio tiempo, pero ninguna inquietó de más a Ter Stegen.
Phillipe Coutinho, la contratación estrella del Barcelona en invierno, abrió el marcador en el minuto 56 tras un disparo con rosca al segundo palo del arquero Moya. El brasileño recibió un balón en la frontal, dribló hacia el centro a dos realistas y encajo el único tanto del encuentro. Coutinho es señalado por aficionados y directivos barcelonistas como quizá, el sucesor del hasta hoy capitán del equipo, Iniesta.
La nota negativa del partido la dio Raúl Navas, al barrerse al tobillo del francés Dembelé en las postrimerías del primer tiempo y que lo hicieron salir del partido al minuto 53.
Fuera de ahí todo fue fiesta. El Barcelona terminó invicto la temporada de liga en casa. Andrés Iniesta tomo el micrófono en la premiación del equipo, con la voz entrecortada y lágrimas en los ojos pronunció «Os llevaré en mi corazón».
Así el equipo cierra una de sus páginas más ilustres y se abrió al futuro.
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