WASHINGTON | Cuando lidera las encuestas presidenciales en Estados Unidos, y tiene todo el respaldo del partido demócrata, el precandidato Joe Biden enfrenta una acusación de tipo sexual que opaca su popularidad rumbo a las elecciones de noviembre.
La acusación contra Biden la hace Tara Reade, una empleada que trabajó en su despacho en la década de 1990, aseguró en un podcast emitido en marzo que el entonces senador la acosó sexualmente y la agredió.
Hace doce meses Reade fue parte de un grupo de mujeres que señalaron a Biden por tener un comportamiento inapropiado y poco respetuoso con ellas, pero entonces no habló de la agresión.
El periódico The New York Times, reveló en su edición que personal que trabajó con él en 1990 afirmó no saber del caso, pero una amiga de la víctima confirmó que ella le contó hace décadas detalles del incidente.
Además, el hermano de la acusadora y una amiga suya confirmaron que, en el momento del incidente, Reade le confió lo ocurrido a su madre, fallecida en 2016.
Al respecto, el aspirante presidencial ha negado las acusaciones reiteradamente.
“Lo digo inequívocamente: esto nunca, nunca sucedió. La exempleada ha dicho que presentó una denuncia en 1993”, dijo Biden. “Pero no tiene una constancia de esta presunta denuncia”, declaró el demócrata en una entrevista al canal MSNBC.
La primera denuncia llegó de la política demócrata de Nevada Lucy Flores, quien escribió un artículo contando que Biden la había besado en la nuca en un evento de campaña.
En este contexto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que su rival debe luchar contra las acusaciones.
“Yo le diría a Joe Biden: Ve y lucha por ello. Él va a tomar su propia decisión, no le voy a decir yo lo que tiene que hacer, el hará frente a sus propias batallas”, dijo.
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