ZONA DE REFLEXIÓN
Por Lucía Lagunes Huerta
Somos libertarias
Nuevamente el presidente de la República se equivoca en su análisis sobre el movimiento feminista. Su obnubilación con la derecha y el conservadurismo le impide ver el bosque y se queda con el árbol.
Tratando de explicarse en la mañana de este jueves, el presidente terminó enredándose en lo que ha sido su peor lastre de gobierno: su conservadurismo hacia los Derechos Humanos de las mujeres
Queriendo responder a la campaña que las feministas mexicanas impulsaron en redes sociales, exitosamente, para que rompiera el pacto patriarcal , mostró nuevamente su ignorancia al respecto al asegurar que esta campaña es importada.
Lamento desilusionar al presidente, pero la campaña fue hecha en México, por las feministas mexicanas, que nada tienen que ver con el conservadurismo, que siempre ha tratado de utilizar las agendas de las mujeres. Pero no se equivoque presidente, las feministas lo hemos tenido claro siempre.
La falta de conocimiento sobre la historia del feminismo mexicano lo lleva nuevamente a equivocarse en la lectura política de la exigencia.
Qué pena que el consejo que dio el mandatario argentino, Alberto Fernández, sobre la importancia de abrir la cabeza y escuchar, para romper el pensamiento único, no sea recogido por el mandatario mexicano.
Se engaña presidente al afirmar que “son respetuosos con las mujeres”, sus descalificaciones a las exigencias políticas del movimiento feminista son irrespetuosas y hasta ofensivas. No es politiquería, no es conservadurismo.
Las feministas mexicanas le hemos exigido a todos los gobiernos de todos los colores, compromisos concretos y acciones a favor de los Derechos Humanos de las mujeres.
En cuanto logramos leyes, aún con la oposición de gobiernos, legisladores y hombres en general, para proteger y garantizar los derechos para todas las mujeres, hemos exigido que se cumpla la ley de la misma manera que hoy le exigimos a usted.
Las feministas mexicanas efectivamente exportamos la campaña #RompaElPacto, como lo señaló al principio de su intervención este jueves, por un lapsus, porque la creatividad del movimiento feminista mexicano es grande.
Que pena que no se haya enterado antes a qué pacto se refería, que nadie de su gabinete le haya informado de la demanda política que hace el movimiento feminista.
A lo que se le convoca es a que rompa el pacto contra las mexicanas, para desterrar la violencia y la desigualdad de las mujeres a lo largo de su vida.
Se le convoca a romper el pacto del silencio que ha permitido por siglos la discriminación contra las mujeres, la desigualdad, la violencia y el mal trato.
Se pregunta qué tienen que ver, la respuesta es todo. Porque son gobierno, y como usted lo ha dicho, al servicio del pueblo, donde hay mujeres pensantes, independientes, autónomas y libertarias, es decir ciudadanas plenas.
Se equivoca presidente si cree que se le interpela en lo personal. Se le interpela desde su deber de Estado, por ser el responsable de hacer cumplir con la Constitución que garantiza la igualdad entre mujeres y hombres, que obliga a la no discriminación y al respeto a los Derechos Humanos de las mujeres.
Tiene razón en que el conservadurismo se monta y usa las causas feministas, como lo han hecho incluso por desgracia aquellos que se llaman de izquierda o que dicen ser un movimiento renovador.
Las feministas lo tenemos muy claro y nunca hemos permitido que nos usen, así que tampoco nos use usted contra su adversario el conservadurismo.
Las feministas mexicanas y latinoamericanas coincidimos en que queremos una América Latina que se ponga de pie para terminar con todas las desigualdades e injusticias.
Porque un mundo desigual es más desigual para las mujeres, porque un mundo injusto es más injusto para las mujeres.
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