José Inés Figueroa VitelaLos HechosOpinión

¡Lobo, lobito! ¿Estás ahí?

LOS HECHOS

Por  José Inés Figueroa Vitela

¡Lobo, lobito! ¿Estás ahí?

En algunos estratos del aparato gubernamental, desde el 6 de junio –enseguida de la elección- se han reportado variados diferendos que han enrarecido algunos ambientes.

Lo mismo ha sucedido en sectores privados, que alguna relación tienen con la política y/o con el poder público estatal.

Se ha sabido de militantes del regimen en liquidación, quienes despliegan actos de venganza contra quienes no se alinearon con sus disposiciones electorales, como de simpatizantes y operarios del nuevo orden, cantando su suerte y tendiendo hipotéticas camas a quienes con la bandera contraria antes les hostigaron.

Hasta las altas y bajas en la nómina gubernamental, danzan en ese juego de hieles y mieles, característico de este impasse entre la elección y la toma de posesión del nuevo gobierno.

Alguna luz arrojó al respecto el gobernador electo, AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, durante la conferencia de prensa dictada a inicios de semana en Victoria capital.

“Los que deben estar más nerviosos son los que están en la nómina, pero no se han presentado, o no están acudiendo a laborar regularmente y que están teniendo privilegios de un grupo de poder, en el sentido de tener esa canonjía de estar cobrando sin estar presente.

“Esos sí no van a continuar en el gobierno del Estado, pero los trabajadores de base, los de situación precaria, homologados, eventuales, por contrato, en su función, en el servicio social y a la sociedad, no deben tener ninguna preocupación”, precisó aquel.

En el viaje, hay otros casos particuales, sobre los que valdrían otras precisiones, hijas de la lógica y las rutas conocidas.

Hay empleados que en efecto, tienen contratos y hasta bases sindicales de sexenios anteriores, cuyos servicios al PAN-gobierno, en este periodo, se premiaron con cargos directivos, que luego se usaron para presionar a sus subordinados, a hacer tareas electorales.

A esos funcionarios, se les acabó el bono laboral; tal vez no queden cesantes, pero la traición al campo de sus responsabilidades institucionales, les ponen camino de regresar a sus emolumentos y tareas de antaño.

Claro, quienes fueron hostigados por ellos por no servir al PAN, ahora que se apresta a asumir el gobierno MORENA, quisieran que no solo los corrieran, sino que hasta la carcel los metieran, pero si no cometieron delito, no hay forma –ni intención- de hacerlo.

Así como los funcionarios prianistas no podían, ni debían hostigar a los simpatizantes morenistas, de otro partido o apartidistas, hasta el grado de amenazar con afectarlos en su estatus laboral, a la inversa tampoco hay procedencia en contra de ellos.

Pero más allá de quienes usaron su estatus de poder, con intenciones electorales de sometimiento, entre la base trabajadora no vale el encono, la persecución o el amago; al final del día, quienes respondieron a la presión aquella no fue por voluntad propia.

La necesidad y el engaño, fueron la constante en esos apartados, de curso hasta cierto punto ordinario.

De todo tiene nota el gobernador electo, porque los mismos trabajadores internos y factores externos del sector público, le están informando de lo que pasó y sigue pasando en el andamiaje gubernamental, con los que ya se van y se resisten a hacerlo.

Entre las 4 mil plazas, que pretenden basificar los del PAN antes de entregar el mando, por disposición ciudadana, en las urnas del 5 de junio, van sus activistas y empleados de las tareas facciosas, desplegadas fuera del aparato gubernamental.

Por las más variadas dependencias se escuchan las expresiones de sorpresa, de los trabajadores que están viendo llegar gente que jamás supieron estuvieran adscritas a esas areas.

Las estructuras panistas con certificado de burócratas, con todas las prerrogativas, que jamás dieron a quienes tienen muchos años prestando sus servicios a los tamaulipecos, como servidores públicos, con pobres salarios y sin prestaciones, esperando su basificación.

Hay casos documentados hasta de militantes del partido, que en este sexenio tuvo debut y despedida dentro del gobierno tamaulipeco, quienes habiendo ingresado apenas, con seis años o menos de servicio, sacan jubilaciones.

Lo trascenente ahora es que a nadie están engañando y que la nueva administración ya les advirtió, cada caso será revisado minuciosamente, para echar abajo a partir de octubre, todo lo improcedente y hasta fincar resposabilidades penales, a quienes anden alentando, o siendo parte de fraudes laborales.

Ahí si hay delito y consecuencias.

Eso, que aparece en el tema laboral, en medio de la transición, se repite en los demás órdenes del aparato gubernamental, de manera marcada en las areas estratégicas por donde también el PAN se resiste a entregar el poder.

Todos los delitos que dentro del actual gobierno se han cometido en la procuración y la administración de la justicia; en la generación y aplicación del aparato jurídico, significan una fuente inagotable de denuncias.

Igual, hastiados, agobiados por haber sido obligados a cometer abusos, ilícitos, en contra de personas inocentes o a favor de personas culpables, en las cúpulas del poder omnimodo cabecista, desfilan por los corrillos del morenismo, denunciando.

Muchos de ellos ya habían renunciado, buscando poner tierra y tiempo de pormedio a sus inocultables faltas, pero ante el temor de sus dilaciones, fueron obligados a permanecer en el cargo, negánoles el retiro, como en las bandas mafiosas.

Hoy lo que buscan son espacios de oportunidad en la transición, abonando al señalamiento de los culpables mayores.

En Victoria capital, el Senador de la República en funciones, FAUSTINO LÓPEZ VARGAS, apareció de nuevo llegar tarde con sus declaraciones sobre el acoso a los pasantes, internos o en servicio social, de la medicina y la iniciativa que anunció hoy presentará para mejorar su seguridad y condiciones laborales.

Aunque aseguró que no tiene candidato favorito para la sucesión presidencial y algún reconocimiento hizo al gobernador electo, ya nadie le quita la “quemada” que se dió juntando a los traidores de la 4T en torno de su supuesto informe de gestión legislativa.

Anda en el equipo del Senador MONREAL y el alcalde ADRIÁN OSEGUERA, cuya pupila, la diputada local LETY VARGAS habla de los morenistas –que le dieron la curul- en tercera persona y en forma despectiva.

Como también se le acabó el discurso, alejada de los ciudadanos y el movimiento politico que “la hizo gente”, sigue dándole vueltas al montaje que escenificó, dejándose caer en el salon de plenos, por instrucción de “su nuevo partido”, el PAN.

Y tampoco; a nadie convence.

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