LOS HECHOS
Por José Inés Figueroa Vitela
Los Sí y los No del Grinch
Los trabajadores del gobierno del estado, en general, no están enojados porque les cancelaron los jefes el tradicional festejo navideño.
Sí hay quienes reclaman, porque los hicieron comprar un atuendo específico, en aquellas dependencias, donde decidieron hacer una “posada temática”, como en la Secretaría de Obras Públicas, donde ya habían decidido “ir de vaqueros y vaqueras”
Pero la bilis no llega al río, porque al fin y al cabo, habrá más fiestas en la temporada dónde lucir sombrero, jeans, botas, camisas y blusas a cuadros, “nuevas de paquete”, que ya tienen en su colección de “outfits”.
Sí, están extrañados, que la cancelación, aludiendo falta de recursos presupuestales, se haya hecho de última hora, cuando las mesas ya estaban puestas, los regalos comprados, los banquetes pagados y el conjunto instalándose para amenizar el convite.
Pero se consuelan, enterados que el platillo que no se les sirvió, fue repartido entre organizaciones de la sociedad civil y caritativas, que dan asistencia a personas y familias vulnerables.
Sí, van a extrañar la convivencia anual, en la única fecha en que “todos son iguales” en el espacio compartido y se les reconoce los servicios prestados a la causa institucional, a lo largo de todo un año de atención de la sociedad en su conjunto.
Pero resignados recuerdan, los más, que en las últimas posadas del trabajo, no se ganaron premio alguno o lo que se sacaron, no les sirvió de mayor cosa y ahí permanece en algún rincón de la casa, como recuerdo, sin desempacar.
Lo que más les estremece en las entrañas y vibra en las venas, es la curiosidad por saber qué fue lo que realmente pasó, como para que de manera sorpresiva se mandaran cancelar todas las posadas en el gobierno estatal.
Como que no les convence mucho eso de los recortes presupuestales.
“Algo o alguien desató, donde y con quien no debía, al GRINCH que todos llevamos dentro”, es la expresión curiosa.
Y si se trató de “un juntón” proveniente de lejanas y centrales tierras, debería contextualizarse, pero si fue una “amenaza de los malos”, prefieren dejar el tema por la paz y darle vuelta a la hoja.
Dícese del GRINCH, como el “antisantaclos”, el personaje huraño y perverso, que se solaza arrancándole pedazos de felicidad a las navidades, boicoteando la parafernalia y las celebraciones de temporada.
Las tramas fílmicas terminaron por justificarlo, en los traumas infantiles de que fue víctima y lo socializaron, en la dulce mediación de una infanta.
La maldad del GRINCH, en el aquí tamaulipeco y ahora navideño, lastimosamente se multiplica y prolonga, no en los avisos de la suspensión de las posadas gubernamentales, sino en la disminución de los emolumentos de muchos servidores públicos.
La cancelación de las “compensaciones”, que son un eufemismo institucionalizado para denominar los salarios devengados, cuando se habla de trabajadores, no de los funcionarios que conforman la alta burocracia, sí resulta criminal y lamentable en extremo.
Botón de muestra: hay profesionistas, que por años han prestado servicios especializados dentro de la Secretaría de Salud y por no contar con una base laboral, reciben salarios de hambre, compensándolos con actividades extrahorario, a quienes en estos días, no solo se les ha avisado la cancelación a futuro, sino además, negándoles el pago de lo que ya hicieron el último mes.
La revictimización del “asalariado” público no tiene nombre; el GRINCH se ha quedado corto. Repartir culpas sale sobrando, cuando más que los compromisos sociales por cumplir, hay cuentas por pagar y necesidades primarias por cubrir.
El adagio popular recomienda decir en estos casos “¡que con su pan se la coman!”, pero el exabrupto, tampoco es consuelo para las víctimas.
El Gobernador FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA, en el marco de la entrega de 63 nuevas patrullas -de 190 compradas-, entre camionetas y autos equipados, desde el Complejo Estatal de Seguridad, refrendó que no escatimará recursos ni voluntad política, para restablecer el estado de derecho.
Aseguró que el uso de inteligencia y la estrategia desplegada rinde frutos en Tamaulipas y recordó que hasta su arribo a la administración estatal, era toda una aventura y riesgo, transitar por las carreteras del estado, causando zozobra y ahuyentando inversiones y visitantes, lo cual se ha ido remontando de manera paulatina y puntual, sin detrimento de los retos que aun existen y sobre los que se trabaja de manera precisa.
Previo a la entrega del equipo de seguridad, se llevó a cabo ahí mismo, la graduación de 537 nuevos profesionales de la Seguridad Pública, egresados de diversos cursos de la Universidad de Seguridad y Justicia, quienes forman parte de los procesos de profesionalización y fortalecimiento institucional de los cuerpos policiacos del estado.
En Victoria capital, se celebró sesión de cabildo especial, para tomarle la protesta a CESAR ALBERTO PUENTE TORRES, como nuevo Director del Tránsito Municipal, tras el cese de JESÚS RAFAEL MOURET LÓPEZ, quien se encuentra sujeto a investigación, acusado de acoso laboral y sexual, por empleadas de la dependencia.
Como la sesión se convocó ex profeso para ello, no hubo espacio para que el alcalde respondiera a los requerimientos de otros ediles, de información en torno al gasto de más de 300 mil pesos, de la Dirección de Giras, cuyo titular en dos semanas se nos casa, en medio del glamour y el lujo, en una hacienda queretana.
No obstante, el Primer Síndico LUIS TORRE ALIYAN, no dejó pasar la oportunidad de espetarle en su cara al Secretario del Ayuntamiento, JOSÉ LUIS LICEAGA, su percepción de que se están haciendo mal las cosas en el manejo edilicio.
Ya antes, el síndico pariente del exgobernador EGIDIO, pero de filiación panista y manifiesto rencor al priísmo, había dado la sorpresa, lanzándose contra el contenido del presupuesto de egresos municipales, aprobado en segunda vuelta, con “tamaleo” de regidores.
Y aunque tampoco fue convocada para ello, en la sesión se calificó “sorpresiva”, la renuncia que ahí mismo presentó EDGAR VALDEZ SALDIVAR a la Dirección de Obras Públicas del Municipio, pidiendo su reincorporación al cabildo, en calidad de regidor.
Al menos JUAN MANUEL GOMEZ CASTILLO, su suplente, en funciones prácticamente desde el inicio del trienio, peló los ojos en señal de no tener conocimiento de la renuncia, que le deja “cesante” en víspera de las navidades.
Más que conocer el nombre del relevo en la dependencia, la incógnita social será por saber los motivos de la renuncia del Director de Obras Públicas del municipio capitalino, aunque hay “fundadas sospechas”, sobre hecho que no cobija el “fuero edilicio”.
El ayuntamiento victorense se ha negado de manera sistemática a informar sobre el detalle de la inversión en obras públicas, particularmente las que tienen qué ver con el arreglo y mantenimiento de calles, que han sido una burda simulación.
Muchos millones de pesos se han sustraído del erario público, la mayoría provenientes de recursos federales, con el dicho que se han aplicado en las rúas citadinas, que se encuentran en peores condiciones a como se encontraban, antes de que “les aplicaran” la inversión reparadora.
El funcionario que ha debido firmar “la ejecución de las obras”, habría preferido poner pies en polvorosa, que seguir exponiéndose a la cárcel, por dinero que él solo habría visto pasar, de lejos… o ni eso.
Eso, dicen, dice él a quien quiere escucharlo.
¿Lo hará con los auditores de la Secretaría de la Función Pública?
Veremos y diremos.
XICO amenaza con lapidar, “a todos los filisteos”.
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