CABRITO NEWS
Minería de Datos
Por Homero Hinojosa
Los ciudadanos de todo el mundo hemos observado en esta última década cómo la tecnología invade y pone en riesgo cada vez más nuestra privacidad. Las redes sociales y las herramientas de rastreo comercial (las famosas “cookies”) permiten a muchas empresas saber más de nosotros, lo cual no deja de sorprendernos.
Pero eso no es todo. Ahora tenemos que estar atentos frente a una situación mucho más peligrosa. Debemos de cuidarnos de los gobiernos que impulsan iniciativas de ley para hacer «minería» de datos personales atentando contra nuestra privacidad, como lo que se está buscando ahora en México.
La Cámara de Diputados aprobó este jueves una reforma para la creación de un padrón de usuarios de teléfonos móviles, el cual contempla ser obligatorio. Con este registro quedarán ligados datos biométricos de las personas y el CURP con la línea telefónica contratada. La iniciativa sigue siendo eso, un intento legislativo. Falta ser aprobada por el Senado, donde el tema se discutirá recién arranque el 2021 y tras el receso legislativo de fin de año.
Este tipo de proyectos no es algo nuevo. En 2009 existió una propuesta para crear el Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (Renaut), que buscaba combatir la delincuencia, pero que por sus pocos resultados y riesgos fue derogada en 2012.
El rechazo público este fin de semana tras la aprobación de este nuevo proyecto ha sido masivo. El principal argumento en contra se finca en que esta iniciativa representa un enorme riesgo para la privacidad y seguridad de la ciudadanía. Deja una oportunidad para dar más vuelo a la actividad criminal para practicar la extorsión u otros ilícitos si el padrón llega a caer en manos de terceros (como ya ha sucedido en el pasado con información de credenciales del INE).
Además del número del móvil de la persona, la información biométrica y del CURP, este registro abarcaría un conjunto de datos adicionales, como la fecha y hora de la activación de la línea telefónica móvil adquirida con la tarjeta SIM, el nombre y domicilio completo del usuario y su nacionalidad. La medida podría causar una serie de desconexiones, pues obliga a las empresas a suspender el servicio a usuarios que no se registren.
El Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil deja una puerta abierta a futuro para una recopilación de información adicional, lo que representa un sin fin de posibilidades no solo de invasión a la privacidad misma del ciudadano, sino también de accesos posibles a sus contactos y documentos personales.
Sobre todo, como ya sucede en China, representa una oportunidad para complementar este tipo de acciones con iniciativas de ley que permitan un monitoreo de las comunicaciones y actividades personales “en línea” y presenciales en un plano más amplio.
Quizá nuestros legisladores deberían enfocar su atención a otro tipo de prioridades en materia de acceso a la tecnología. En México sigue existiendo una enorme brecha de acceso a las comunicaciones, concretamente a Internet.
Por ello, facilitar una mayor conectividad en México luce ahora con una prioridad antes de procurar su regulación y pretender un control y seguimiento puntual de la información personal de los usuarios.
La tecnología —sobre todo móvil y el Internet— avanzan de manera tan rápida que siempre habrá intenciones de contenerla y regularla. Sin embargo, instancias legales como las que proponen nuestros legisladores, que se plantean con el ánimo de control y invadir la privacidad de las personas, siempre tendrán el rechazo y condena de la mayoría.
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