Cabrito News
Freno a la Cuarta
Por Homero Hinojosa
Tras el descanso de Semana Santa los partidos políticos y sus candidatos lucen preparados para retomar sus campañas este lunes y —en algunos estados— iniciarlas apenas este mes.
El próximo 6 de junio se llevará a cabo en México la elección más grande de la historia. Se renovará la Cámara de Diputados, habrá 15 nuevas gubernaturas, se estrenarán representantes en 30 congresos locales y habrá centenas de nuevos alcaldes en 30 estados.
Todo esto acontece en medio de una pandemia incontrolable y un proceso lento y complicado de vacunación. Pero sobre todo, en junio se juega el destino político y la continuación de un programa político radical: la Cuarta Transformación.
El partido del presidente de México, Morena, no la tiene nada fácil. Es muy posible que no alcance la mayoría en la Cámara de Diputados y por ende se le dificulte a Andrés Manuel López Obrador completar sus reformas populistas al no tener un aparato legislativo que pueda controlar desde Palacio Nacional.
Pero lo que más afecta al organismo político del Presidente es la fragmentación al interior de Morena, la pésima asesoría que han recibido sus candidatos a las gubernaturas y los favoritismos para designar a sus diputados plurinominales.
El arribo de Mario Delgado a la dirección del partido es visto como una extensión del poder presidencial para darle juego solo a los del círculo cercano a López Obrador. La victoria en otoño pasado de Delgado, tras una controvertida segunda vuelta, supuso la victoria del sector más liberal y pragmático dentro del partido. La derrota de Porfirio Muñoz Ledo, que también buscaba la dirección, significó menos espacio para el sector más tradicional dentro del partido.
Delgado ha logrado dividir más que unir, algo que ha quedado claro en estas campañas electorales. Su relación con la polémica la secta Nxivm le ha perjudicado en su imagen y, en cualquier otro país, ya hubiera sido destituido de la presidencia del partido tras el escándalo.
En segundo lugar, el poder del centralismo para intentar controlar las campañas de algunos gobernadores ha quedado en evidencia. Tal es el caso de Clara Luz Flores en Nuevo León. Envuelta en el mismo escándalo que Delgado con la secta Nxivm, Flores ha sido pésimamente asesorada por “los centralistas” y gracias a ello los candidatos de los otros partidos han crecido en preferencias.
Y un tercer factor también ha fracturado el interior de Morena: la selección de candidatos para el Congreso Federal.
“La designación de los llamados diputados plurinominales ha vuelto a abrir las heridas que atraviesan a Morena desde el tumultuoso proceso de elección interna”, comenta el periódico El País en un análisis publicado esta semana.
En una carta pública Porfirio Muñoz Ledo –quien quedó fuera de las listas— dijo al respecto: “Considero corrupta y artera la campaña que el presidente del partido, Mario Delgado Carrillo, ha desatado para impedir a toda costa mi reelección como diputado federal”.
Los resentimientos abundan. Las condiciones están a la vista para que el partido del Presidente no alcance “carro completo”, ni en el Congreso ni en muchos estados. Y esto complica mucho sus planes para continuar con su Cuarta Transformación que se vería visiblemente frenada en los próximos tres años.
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