Ambrocio López GutierrezOpiniónVictoria y Anexas

Benditos entre las mujeres

VICTORIA Y ANEXAS
Por Ambrocio López Gutiérrez
Benditos entre las mujeres 

Marzo destaca por ser el mes en el que inicia la primavera, por la celebración de la expropiación petrolera, sin embargo, desde hace décadas se considera el mes de las mujeres ya que desde el octavo día se inicia la conmemoración que incluye movilizaciones multitudinarias en las grandes ciudades, conferencias, congresos, exposiciones fotográficas, exhibición de películas, presentación de piezas teatrales, lecturas de atril y todo tipo de manifestaciones artísticas, políticas, culturales y hasta religiosas para subrayar el papel femenino en todos los tiempos. 

 En estas fechas tengo que recordar a Aurora, mi abuela materna, quien alegró mi niñez con sus célebres taquitos de sal y el sabroso té de zacate de limón. Mi tía Carmela cuya mesa siempre estaba dispuesta para cuando llegaran sus sobrinos hambrientos. Mi tía Victoria quien vivió siempre en Nuevo Morelos donde había un fogón encendido en forma permanente con un jarro de frijoles negros, un molcajete con salsa y tortillas recién hechas. Mi tía María Eduviges vivía en Reynosa cuando yo era adolescente y, cuanto estaba de buenas, me ofrecía unas deliciosas tortillas de harina que se embarraban de cualquier cosa y las devorábamos tomando café negro. Cómo no acordarme de mi tía Hipólita cuando vivía en Xilitla, Tamazunchale o San Martín Chalchicuautla con mi tío Alfonso y sus diez hijos. Se hace agua la boca con el mole de mi tía Porfiria. 

En estas fechas pienso mucho también en el dolor de mi madre cuando perdió tres hijos víctimas del mal de Arco. No pude consolarla cuando murió mi padre porque yo era muy pequeño, pero la acompañé en sus duelos cuando fallecieron mis padrastros Baudelio y Gabriel. Nunca Olvido a mis primas Flora, Irma, Alicia, Olivia, Gloria, Lourdes, Maura, Sandra, Griselda y todas las demás. Agradezco a la vida por las mujeres que, sin ser de mi familia, han compartido conmigo parte de sus vidas. Agradezco a Dios por mis hijas Francia, Tatiana (+), Haydee y Libia; por mis nietas Regina y Argelia. Mis colegas, amigas, alumnas, vecinas y comadres ocupan un lugar en mi corazón. Ni duda Cabe. Somos afortunados. Hemos sido benditos entre las mujeres. 

EN CONMEMORACIÓN del Día Internacional de la Mujer, la Universidad Autónoma de Tamaulipas organizó la exposición fotográfica “Mujeres UAT en la historia”, mediante la cual se hace un reconocimiento a mujeres tamaulipecas destacadas en diferentes ámbitos y sectores de la sociedad. La exposición, efectuada en la Unidad Académica Multidisciplinaria de Ciencias, Educación y Humanidades (UAMCEH), muestra la historia de treinta y dos mujeres nacidas en Tamaulipas, siendo la mayoría las primeras en ocupar un cargo, obtener un grado académico o recibir premios y reconocimientos en ámbitos estatales, nacionales e internacionales. 

En el evento se contó con la presencia de Mariana Zerón Félix, secretaria de Investigación y Posgrado de la UAT; Rosa Issel Acosta González, secretaria académica; Elsa Fernanda González Quintero, directora; y Clara García Sáenz, docente y coordinadora de la muestra. Al hacer uso de la palabra, Zerón Félix agradeció la invitación y destacó a las mujeres que, con su historia de valor, coraje, trabajo y perseverancia dejaron huella en nuestra sociedad, y que, mediante la visibilidad de su legado, son un ejemplo que incentiva a las nuevas generaciones a cumplir sus metas. 

Por su parte, la directora de la UAMCEH dijo que la exposición es un esfuerzo por empoderar a mujeres estudiantes, docentes y trabajadoras universitarias mediante el reconocimiento de su experiencia que, a través de los años, ha contribuido al desarrollo del estado y de la máxima casa de estudios. De igual forma, García Sáenz dio a conocer que el compendio de imágenes hecho en sororidad, por mujeres universitarias, tiene como fin incorporar la importancia y presencia de su trabajo como personajes de trascendencia a la narrativa histórica del estado. 

A lo largo de la exposición se expusieron reseñas de profesoras, luchadoras sociales, damas de sociedad, políticas, escritoras, artistas, abogadas y científicas, entre ellas: Martha Chávez Padrón, quien fue ministra de la Suprema Corte de Justicia y primera mujer tamaulipeca en titularse como licenciada en Derecho por la UNAM; Amalia González Caballero, primera mujer embajadora de México; y Estefanía Castañeda, profesora y fundadora de las escuelas de párvulos o jardines de niños en México. Continuando las actividades del Día Internacional de la Mujer en los distintos planteles de la UAT, se llevó a cabo el círculo de lectura “Mujeres MagníFICas”, en la Facultad de Ingeniería y Ciencias (FIC), con la participación de alumnas, investigadoras, docentes y trabajadoras universitarias, quienes enaltecieron el trabajo de las mujeres. 

En el evento, realizado en la Biblioteca de la FIC, se dio lectura a la trayectoria de diecisiete mujeres destacadas, que han logrado enaltecer al mundo en la lucha diaria y sirven de ejemplo para otras mujeres en el mundo. Las lectoras universitarias seleccionaron a una mujer por la que sienten admiración y que se haya destacado en cualquier ámbito, dieron lectura a su biografía e iniciaron un conversatorio con el fin de intercambiar opiniones desde una perspectiva de género que permitiera problematizar la invisibilización general de las mujeres en los distintos campos del saber y las consecuencias que ello ha generado. 

EL INSTITUTO NACIONAL de Estadística y Geografía (INEGI) presenta información estadística sociodemográfica que resalta los cambios de las mujeres mexicanas a lo largo de los años. Estos datos manifiestan la importancia de su participación a nivel económico y social en el país. El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer. El día es un recordatorio de la lucha que, por siglos, han debido sortear las mujeres para obtener el reconocimiento de sus derechos y de su papel en la sociedad. De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, Nueva Edición (ENOEN), al cuarto trimestre de 2022, en México residían 128.9 millones de personas: 67.0 millones eran mujeres. 

En 2022, había 108.5 mujeres por cada 100 hombres. Los estados que contaron con una mayor presencia relativa de mujeres fueron: Hidalgo, con 114.6 mujeres por cada 100 hombres; Puebla, con 114.0; Guerrero, con 113.8; Oaxaca, con 112.5 y Veracruz con una relación de 112.0 mujeres por cada 100 hombres. Las entidades donde la presencia relativa de mujeres y hombres resultó casi igual, dentro de su estructura poblacional, fueron: Quintana Roo, con 101.7; Colima, con 101.4; Baja California Sur y Chihuahua, ambas con 101.2. Más de la mitad de la población en México tiene 30 o más años. En el caso de las mujeres, el porcentaje fue 54.8 % y en los hombres, 50.5 por ciento. 

La participación de las mujeres en las actividades productivas ha sido estable, de acuerdo con los tres últimos censos económicos. En 2008, su ocupación representó 39.9 % del total reportado; en 2013, se incrementó a 41.1 % y, en 2018, se ubicó en 41.3 por ciento. Para el año 2018, los sectores con mayor participación de mujeres fueron: Servicios privados no financieros, Comercio e Industrias manufactureras, con 47.6, 47 y 36.9 %, respectivamente. En los últimos tres años (2019-2021), las mujeres han contribuido de manera determinante en Servicios privados no financieros, pues han registrado poco más de 50 % del personal ocupado total de este sector. 

Según datos censales, entre 1990 y 2020, las mujeres de 5 a 17 años lograron un crecimiento sustancial en la asistencia escolar: pasaron de 74.7 % en 1990 a 89.4 % en 2020. Entre las edades de 6 a 11 años, cuando se cursa regularmente la educación primaria, la tasa de asistencia escolar presentó un aumento entre 1990 y 2020 (89.5 y 95.6 %, respectivamente). La tasa de asistencia para las mujeres de 12 a 17 años pasó de 62.8 % en 1990 a 82.9 % en 2020. A lo largo del periodo de referencia, hubo un incremento en el nivel de escolaridad de las mujeres: para 2020, 5.7 % de 15 años y más años no tenía ningún nivel de instrucción. En 1990, ese porcentaje fue de 15.3 por ciento. En niveles de escolaridad de media superior y superior, la brecha fue significativa. 

El impacto de la pandemia por COVID-19 no fue igual entre hombres y mujeres. La pandemia trajo consigo una disminución en las actividades económicas y provocó, en ambos sexos, un decrecimiento del mercado laboral, pérdida de empleo y baja del ingreso laboral. La recuperación, no obstante, ha ocurrido de manera diferenciada. La participación de las mujeres de 15 años y más en el mercado laboral se vio afectada por la suspensión de actividades no esenciales. Como consecuencia inmediata de la contingencia sanitaria, se presentó una disminución de la PEA femenina, es decir, aumentó el volumen de mujeres que sólo realizó actividades no económicas o que no buscó trabajo. Al cuarto trimestre de 2022, 46 de cada 100 mujeres de 15 años y más fueron económicamente activas (trabajaron o buscaron trabajo). 

La Tasa de Informalidad Laboral 1 (TIL 1) es un indicador que permite conocer la proporción de la población ocupada que trabaja en alguna modalidad de informalidad. Lo anterior quiere decir que es laboralmente vulnerable por la naturaleza de la unidad económica para la que trabaja, o bien, que su vínculo o dependencia laboral no se reconoce por su fuente de trabajo. Al inicio de la pandemia, en el primer trimestre de 2020, la TIL 1 de las mujeres era de 56.7 por ciento. Al cierre del segundo trimestre de 2020, presentó una disminución de 7.1 puntos porcentuales, lo que se tradujo en 3.5 millones de mujeres en esta condición.  Al cuarto trimestre de 2022, el porcentaje de población femenina ocupada de 15 años o más, que contaba con empleos de carácter informal, ascendió a 56.1 por ciento. 

Durante el cuarto trimestre de 2019, la tasa de desocupación de la población femenina de 15 años y más era de 3.4 % de la PEA. Al cuarto trimestre de 2022, 3.1 % de las mujeres económicamente activas se encontraba desocupado: esto significa una disminución de 17 978 mujeres desocupadas. El punto más alto de la desocupación femenina durante la pandemia se dio en el tercer trimestre de 2020: llegó a un nivel de 4.8 por ciento. Con la reapertura gradual de las actividades, se ha reducido la desocupación mediante la recuperación de los puestos de trabajo. La tasa de desocupación de las mujeres, al cuarto trimestre de 2022 (3.1 %), se encontraba en niveles menores a lo que se observó previo a la pandemia. 

Correo: amlogtz@gmail.com 

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