InterioresOpinión

Teocracias en guerra  

INTERIORES
Por Carlos López Arriaga
Teocracias en guerra  

CD. VICTORIA, Tam.- Formalmente son democracias, con diversidad de partidos, vida parlamentaria y se autoproclaman repúblicas. Aunque en ambas naciones, la cosa pública (res pública) está secuestrada por eso que llaman poderes fácticos.

En Israel como en Irán, la clase clerical ostenta facultades metaconstitucionales. Opera a base de dogmas, juzga, impone, veta, marcas directrices a los medios, interfiere en la educación, regula hábitos, sanciona costumbres y tiene un dominio sustantivo en las instituciones gubernamentales. 

Y aunque el Estado israelita sea oficialmente laico, en la práctica está sometido a la avasallante influencia de los partidos religiosos. Agrupaciones de corte fundamentalista, ultraortodoxos, denominados “haredim”; del término «haredi» que en hebreo significa «el que tiembla ante la palabra de Dios”. 

Y hacen temblar al mundo, mire usted. Los “haredim” son aliados regulares del gobernante partido Likud, de extrema derecha, el del primer ministro BENJAMIN NETANYAHU. Sionistas convencidos, cuatro milenios después del patriarca ABRAHAM, aún sostienen que son el pueblo favorito de la divinidad. 

Mediante tribunales religiosos, la ley judía (“Halajá”) administra y controla aspectos como el matrimonio y el divorcio. La traducción de “Halajá” es “camino a seguir” y alude a normas de conducta establecidas por la Torá y la tradición rabínica. 

SU GEMELO 

Desde 1979, con la caída del sah (rey) REZA PAHLEVI, se entronizó en Irán un modelo teocrático aún más severo que el israelí. La Revolución Islámica llegó acaudillada por el ayatola RUHOLLAH JOMEINI, jerarca religioso que jamás ostentó cargo oficial alguno. 

Sin embargo, fungió como Líder Supremo, un poder por encima del gobierno civil, con autoridad para nombrar ministros de Defensa, Inteligencia y Asuntos Exteriores; marcar pauta al Poder Judicial y la TV estatal. Desde la sombra, fue JOMEINI el jefe máximo durante 10 años, hasta su muerte en 1989. 

La situación no ha cambiado mucho. Hoy día poco se menciona en las noticias al presidente iraní, médico de profesión, de nombre MASOUD PEZESHKIAN, electo por voto popular en 2024. 

¿La razón?… Quien figura, ordena y dispone es el jefe de jefes, el ayatola ALI JAMENEI, quien reemplazó a JOMEINI en 1989 y desde hace 36 años ejerce un liderazgo total que concentra facultades civiles, religiosas, militares y hasta judiciales, en una sola persona. 

Su rango de ayatola le otorga la última palabra en la interpretación de la ley islámica (“Sharia”), de la cual es su principal defensor. Igual que los “haredim” de Israel, celosos vigilantes de la ley judía (“Halajá”). 

RAÍZ COMÚN 

El islam (aunque les pese a sus creyentes) deriva de la tradición judeocristiana, con una cantidad considerable de creencias en común, como su visión circular de la historia. Es creacionista, acepta buena parte del Génesis, la divinidad única que genera al universo material, vegetal y animal. 

Y también la pareja primordial, Adán y Eva, el jardín del Edén, el demonio (“Shaitan”, llaman a Satanás), el pecado original, la caída y el juicio final, cuando los justos serán premiados y los infieles arderán por toda la eternidad. 

El Corán menciona, incluso, a la figura de CRISTO (“IBN MARYAM”, hijo de MARÍA), pero sin darle rango de divinidad, sólo como un profeta secundario y antecesor al profeta máximo que para ellos es MAHOMA. 

Ambas teocracias comparten su intolerancia a las sociedades progresistas, al estado laico, el secularismo, el respeto a la diversidad de creencias, la equidad de género y el derecho mismo a vivir sin religión alguna. 

Por igual, el fundamentalismo judío y el musulmán abominan de la modernidad y las democracias liberales. Y con ello, de la libertad de pensamiento, de expresión y tantos derechos fundamentales que dan hoy soporte a las formas de convivencia más avanzadas. 

Si en dichos países la guerra y la paz descansan en (1) la decisión que adopten clérigos oscurantistas (2) inspirados en creencias milenarias, a quienes (3) les importa más el dogma que las vidas humanas, entonces (4) el mundo hoy se encuentra en grave peligro. 

POTENCIAS EMERGENTES 

Sobre todo, si recordamos que tanto Israel como Irán tienen años involucrados en la producción de energía nuclear, para fines pacíficos y bélicos. 

Irán enriquece uranio desde la llegada de la Revolución Islámica (1979) y no se preocupa mucho en disimularlo. Sus propósitos están a la vista. 

Israel trabaja con plutonio, pero lo hace en extremo secreto. Solo se sabe que se interesó en ello desde los años sesenta y jamás permite la supervisión de organismos internacionales. 

Igual preocupa el entorno global. La disposición rusa de tomar partido en favor de Irán y el compromiso norteamericano con Israel. Huelga decir que, desde hace ocho décadas, unos y otros dominaron a plenitud la producción de armas radiactivas. 

Los gringos se estrenaron oficialmente en Hiroshima y Nagasaki (1945) y los rusos (soviéticos, entonces) hicieron lo propio en la provincial república de Kazajistán (1949). 

Para colmo, no despacha hoy en la Casa Blanca una personalidad adulta como ROOSEVELT, EISENHOWER o el primer BUSH. La inmadurez de TRUMP, su grosera ignorancia, su talante caprichoso y los síntomas de demencia senil, lo convierten en un verdadero peligro. 

En particular si llegara el momento de afrontar decisiones cruciales donde harían falta sensatez y cordura. Esta es también una variable de alto riesgo.  

BUZÓN: lopezarriagamx@gmail.com 

WEB: http://lopezarriagamx.blogspot.com 

Please follow and like us:

Comment here

Social media & sharing icons powered by UltimatelySocial
A %d blogueros les gusta esto: