WASHINGTON | Agencias .- Mientras las revueltas de manifestantes siguieron en las principales ciudades de Estados Unidos, cobrando la vida de 5 personas, el presidente Donald Trump escribió en su cuenta de twitter: «NYC, llama a la Guardia Nacional, los malvivientes y perdedores te están destrozando. ¡Actúa rápido! No cometas el mismo error horrible y fatal que cometiste con hogares de ancianos”.
El Presidente también acusó en su red social al equipo de campaña de Joe Biden de «trabajar para que los Anarquistas salgan de la cárcel, y probablemente más».
Las movilizaciones contra la discriminación y el racismo se agudizaron en el séptimo día de protestas, en donde el vandalismo, robos y saqueos a negocios siguieron sin parar.
Hasta este día, 29 estados de la Unión Americana, han convocado a más de 20.000 efectivos de la Guardia Nacional para reprimir los disturbios, pero Nueva York no es uno de ellos, en donde el alcalde Bill de Blasio y el Gobernador Andrew Cuomo se ha resistido a usar al ejército.
En Washington, las protestas violentas y los saqueos disminuyeron significativamente en una noche en la que helicópteros Black Hawk sobrevolaban la ciudad a muy baja altura para crear vendavales y remolinos que obligaran a los manifestantes a dispersarse. Pero hoy por la mañana los manifestantes pacíficos volvieron a situarse en la Plaza de Lafayette, frente a la Casa Blanca.
El ex presidente George W Bush a través de un comunicado hizo empatía con las protestas contra la discriminación racial y señaló que él y su esposa Laura se sintieron perturbados por la injusticia y el miedo que asfixian al país cuando vieron la muerte de George Floyd, “Es hora de que escuchemos. Es hora de que Estados Unidos examine nuestros fracasos y, mientras lo hacemos, también veremos algunas de nuestras fortalezas», dijo el ex mandatario.
El arzobispo católico de Washington, Wilton Gregory, calificó de»desconcertante e indignante» la visita de Trump a la Basílica Nacional, que, dijo, «ha sido una manipulación realizada de una manera que viola nuestros principios religiosos».
La Obispa de la diócesis episcopal de Washington criticó enérgicamente al presidente Donald Trump por su visita a la histórica iglesia de San Juan donde alzó una Biblia para las cámaras, después de que la policía despejó un parque donde había manifestantes pacíficos.
La reverenda Mariann Budde dijo que estaba “indignada” por la visita de Trump y destacó que el mandatario no se detuvo a rezar en la iglesia, un sitio a donde han concurrido todos los presidentes desde principios del siglo XIX.
“Tomó los símbolos sagrados de nuestra tradición y se paró frente a una casa de oración esperando que fuera un momento de celebración”, dijo Budde en entrevista. La diócesis informó de la visita de Trump vía Twitter.
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