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Melhem, crónica de una renuncia esperada

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Por Felipe Martínez Chávez
Melhem, crónica de una renuncia esperada 

CD. VICTORIA, Tamaulipas | Ahora sabemos que la renuncia de Edgar Melhem Salinas al PRI estatal no fue sorpresiva. La presentó al comité nacional desde el seis de diciembre, pero en ella había pensado desde meses atrás.

Había llegado el 22 de diciembre de 2019 por una vieja amistad con el jefe nacional, Alejandro Moreno. 

La difundió una semana después cuando el nombramiento de su sucesor estaba “arreglado” con “Alito”, para no hacer “olas” en periodo electoral. 

Melhem debió estar harto de ver a compañeros suyos, arrastrarse ante el dueño del PAN en Tamaulipas, que los “juntó” en dos ocasiones en el costal de sirvientes, para utilizarlos en el sueño de conservar y prolongar el poder estatal. 

Aguantó con estoicismo y, al final, ganó y cruzó el pantano sin manchar su plumaje. 

La segunda de abordo, Mayra Ojeda Chávez, secretaria general, una oscuras y tímida regidora de Ciudad Madero, desde los inicios del proceso electoral por la gubernatura se entregó y participó con más enjundia que los del PAN, presentando hasta recursos legales contra su presidente. 

Según el acuerdo de “Alito”, el mismo seis de diciembre Mayra Rocío mandó un “informe de licencia por incapacidad de maternidad expedida por el IMSS, por lo tanto, su ausencia al cargo de secretaria general del CD de la entidad federativa de Tamaulipas”. 

El acuerdo del concesionario de las siglas tricolores, Moreno Cárdenas, fue expedido seis días después, el 12, a favor de Carlos Solís Gómez, secretario de Organización del CDE. 

Mientras Melhem difundía haber concluido su periodo al frente del partido, el jefe del CEN hablaba de “designé como presidente provisional” a Gómez. 

En opinión de ciertos tricolores, de recibir el premio, la de Madero ya estaría “uniendo” al PRI Tamaulipas con “El Cachorro” Cantú para trasladarse al 22 Berriozábal. Fue una de las que pensaron que, de ganar “El Truko” Verástegui, formaría parte de su gabinete. Se arrastró por las alfombras. 

Edgardo guardó distancia con los cabecistas. Decidió ir a la campaña “juntos, pero no revueltos”, cada quien por su lado promoviendo al mismo candidato, pero sin aceptar imposiciones de coordinadores y operadores, y menos lana malhabida. 

A tanto llegó la desvergüenza de Ojeda, que el 20 de noviembre del 2021 acusó ante los órganos electorales (IETAM, denuncia recibida el 10 de noviembre de ese año) y pidió juicio político en contra de su presidente para despojarlo de la investidura de diputado y líder del partido, argumentando “violencia política” y sexista en su contra. 

Inexperta la muchacha, se dejó caer en acusaciones: Comportamiento y comentarios sexistas, misógino, denigrarle sus derechos políticos y la negativa a darle recursos en el partido. 

Hizo tanto borlote ¿asesorada por El Truko Verástegui? Que el tema llegó hasta la Comisión Nacional de los Derechos Humamos y la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. 

El de Río Bravo aguantó. Dijo a la prensa lo que pensaba, que era la verdad: “Yo creo que esto no es un tema del partido, este golpeteo lógicamente está dirigido desde la Secretaría General de Gobierno. A alguien le estorbamos en la dirigencia del partido”. Cierto. 

Aceptó la alianza porque se la ordenaron, pero no se puso rodilleras. Aguantó los ataques virulentos del panismo y del Gobierno del Estado. 

El enemigo lo tenía en casa. 

A pesar de trabajar en Nuevo León, Emilio Grimaldo Hernández estuvo moliendo a Melhem hasta que lo despidieron. Le urgía servir al panismo: “Como militante exijo que deje el espacio a quienes sí queremos reconstruir el priismo”. 

Todo aguantó el ríobravense hasta que, más de año y medio después, cuando le llenaron el buche, pero consideró que no les daba satisfacción a sus demandas de entreguismo, renunció. 

Hubo otros como Florentino Sáez Cobos y Alejandro Guevara Cobos, de prominente sangre azul, a quienes urgía fusionar y poner al PRI al servicio del cabecismo. 

Roberto González Barba, desde el sur, Heriberto Ruiz Tijerina, al servicio del panismo en el norte, trataron de someter por igual al ex delegado de Desarrollo Social y ex diputado federal. 

Lo acosaron, insultaron y trataron de exhibirlo. Sin embargo, no pudieron mancharlo ni cambiar su actitud de independencia. 

El tiempo le dio la razón. Los resultados en las urnas demostraron que pensaban mal aquellos que se fueron de sirvientes. Perdieron miles de votos y, en la elección del 2022, no habrían alcanzado ni una plurinominal si estuvieran en juego. 

Solís Gómez, no tiene el perfil de los que piensan arrodillarse. La elección extraordinaria le dará oportunidad de mostrar posición. 

Por todo lo anterior, que a nadie extrañe si EMS une su voto en la 65 legislatura a la bancada de Morena. Lo ofendieron mucho. Ya solo faltó que lo empapelara el “Fiscal Carnal”. No sería posible que pidiera votos a favor de su verdugo FGCV, en la campaña por la senaduría. 

El Gobernador Américo Villarreal Anaya acompañó este miércoles al presidente López Obrador a Puebla, al homenaje póstumo en honor a Miguel Barbosa, fallecido Gobernador de esa entidad, “un hombre valiente que siempre encabezó las luchas democráticas en nuestro país y en su estado”, como escribió en redes el médico. 

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