Investigación

J. Silvestre Arramberri, el General envenenado

A diferencia de los hombres del poder de su tiempo que se orientaban a un objetivo estatal o regional y hasta un distanciamiento del gobierno nacional, el ideario político social del General José Silvestre Aramberri Lavín, se dirige a un liberalismo pragmático de corte nacional.

Luis Alvarado

A 156 años de su fallecimiento ocurrido el 27 de enero de 1864 en Doctor Arroyo, N. L., a José Silvestre se le considera uno de los prohombres de Nuevo León, llegó a ser militar e ingeniero que lucha en la Rebelión de Ayutla, la Guerra de Reforma por el bando liberal y contra la invasión francesa.

Nacido en Valle del Río Blanco, hoy municipio de Aramberri en su honor, Silvestre llega a ser Gobernador por dos meses  de los estados de Nuevo León y Coahuila sustituyendo al general Santiago Vidaurri, en cuyo periodo se funda el Colegio Civil, cuna de la actual UANL.

Luego sería gobernador del Distrito Federal. Falleció mientras escoltaba al presidente Benito Juárez hacia el norte del país.

Hijo de Cosme Aramberri, fundador de la villa de Doctor Arroyo, y de Dolores Lavín y Arenas, ve la luz en 1816 en la Hacienda de La Soledad, Valle de Río Blanco, quien de joven es alumno del Seminario de Monterrey y se titula de ingeniero en 1851 en la capital del país.

El 29 de septiembre del mismo año, contrajo matrimonio con Rosario Lozano, viuda de Juan Ignacio Prado, en la Catedral de Monterrey.

En la Revolución de Ayutla

Para 1852 es comandante del distrito de Galeana, N. L. pero luego se incorpora a las fuerzas de Vidaurri para luchar por la Revolución de Ayutla en 1855, en cuyo bando le toca organizar tropas en las villas y pueblos del sur nuevoleonés y combatir en la capital de Coahuila.

Aramberri participa en la estrategia militar del 13 de septiembre de 1855 en que se da sitio a Anastasio Parrodi en San Luis Potosí, acción a cargo de Juan Zuazua. Luego de otras acciones más en la región, regresa a Monterrey ya como coronel y es nombrado comandante del Sexto Cantón, en el sur del estado.

Durante la Guerra de Reforma y al ser instalado el Congreso de 1856, Silvestre es electo suplente de José Sotero Noriega, diputado por el tercer distrito para luego defender la causa de Vidaurri en la Ciudadela de Monterrey al ser atacado por las fuerza republicanas del tamaulipeco Juan José de la Garza debido a la anexión de Coahuila a Nuevo León, luchando al lado de Ignacio Zaragoza.

En este encuentro entre el bando separatista de Vidaurri y el federalista comonfortista de De la Garza junto con el general Vicente Rosas Landa, confrontan y triunfan sobre las fuerzas locales tomando Monterrey lo que derivaría en el sometimiento nuevoleonés hacia la autoridad federal.

En el Convenio de la Cuesta de los Muertos

En ese mismo año resistió el estatuto de Comonfort, Aramberri, con las fuerzas del cantón de Galeana, observó los movimientos de Vicente Rosas Landa, con quien conferenció en Matehuala, lo que propició el tratado de la Cuesta de los Muertos.

Por medio de éste convenio firmado casi en los límites de Nuevo León y Coahuila, Vidaurri reconocía al presidente Ignacio Comonfort y llevaría el asunto de Coahuila al voto popular, mientras que el gobierno nacional ofreció, 8 000 pesos mensuales para la campaña contra los indios.

Pero una pesada mayoría de 4 056 contra 260 votos se decidió por la anexión de Coahuila a Nuevo León, para luego ser llevado más tarde el asunto al seno del Congreso Constituyente donde provoca largos debates, pero fue aprobada la unión de ambos estados por 60 votos contra 20.

Posteriormente en  la Guerra de Reforma,  Aramberri,  ya como liberal, sale al interior del país con Mariano Escobedo al frente del Segundo Regimiento de Nuevo León y combate en el Puerto de Carretas, mereciendo ser mencionado en el parte rendido por Zuazua.

Después de esta acción, con 500 rifleros participó en el asalto a la Bufa y en la toma de Zacatecas dirigidas por el también nuevoleonés Julián Quiroga. Posteriormente ocuparía la capital de San Luis Potosí, y de ahí prosigue a la recuperación de  Guanajuato.

En el bajío guanajuatense depuso al gobernador e impuso a José Verduzco para luego ocupar las ciudades de Silao y León y estacionarse  en Lagos a interceptar al paso del conservador Miguel Miramón.

Derrota en Ahualulco

En la Batalla de Ahualulco, con el bando liberal a cargo de Zuazua, Vidaurri y Naranjo éstas fuerzas son derrotadas por los conservadores a cargo de Miramón y Leonardo Márquez el 29 de septiembre de 1858, en las que Aramberri mandaba mil 200 hombres, auxiliado por Jesús Fernández García y Máximo Campos.

Aquí los conservadores  provocan a los liberales 672 bajas y 91 prisioneros, triunfo considerado como uno de los más brillantes logrados por Miguel Miramón, aquel que se distinguiría con brillantes acciones militares, apodado el Joven Macabeo, quien llegaría a ser presidente de la república en 1859, un año después de la batalla de Ahualulco.

Con las fuerzas norteñas vidaurristas derrotadas, Aramberri continúa al lado de Zuazua en la campaña, para volver a Monterrey llamado por Vidaurri.

Gobernador en 1859

De regreso a Nuevo León, Silvestre asume la gubernatura del estado de septiembre a diciembre de 1859, destacando en su régimen la fundación del Colegio Civil, cuna de la Universidad de Nuevo León, a la vez que se abrieron las cátedras, quedando el doctor José Eleuterio González como director del mismo.

Silvestre había subido a la gubernatura a raíz de las pugnas de Santos Degollado e Ignacio Zaragoza contra Vidaurri, quien finalmente es depuesto y Aramberri asumió el mando de la entidad. En los tres meses que dura como gobernador de Nuevo León y logra reorganizar el ejército y utiliza la facultad para iniciar las cátedras del plantel el 5 de diciembre de ese mismo 1859.

El plan de estudios abarcaba la instrucción secundaria o preparatoria y las carreras anexas de Jurisprudencia y Medicina, esta última con seis años de duración, la cual se funda el 30 de octubre de 1859 a cargo del doctor José Eleuterio González.

Vendría el fin de su gobierno y tras celebrarse una votación pública para decidir si continuaba como gobernador el propio Aramberri o el presidente del Tribunal Superior de Justicia, fue sustituido en el cargo por el abogado Domingo Martínez.

Posteriormente Vidaurri recupera la gubernatura y Aramberri es confinado en El Canelo el 16 de enero de 1860 para luego dirigir en Galeana junto con Escobedo, Lázaro Garza Ayala, Jerónimo Treviño y otros, el movimiento de los «congresistas», pero fueron derrotados en Santa Rosa y Saltillo y obligados a salir del estado.

En la última batalla de la Guerra de Reforma

Luego Silvestre viaja  a Matamoros, Tamaulipas para persuadir a José María Carvajal de que entregara armamento contratado en Estados Unidos a fin de continuar la lucha, pero cinco meses más tarde sus fuerzas a cargo de Eugenio García atacan tropas del general Juan Zuazua en Ramos Arizpe, Coahuila donde Zuazua muere por un disparo en la cabeza.

En ese mismo año 1860 se reincorpora en San Luis Potosí al Ejército del Norte, donde es designado segundo en jefe, para luego participar en el sitio de Guadalajara, del 6 al 30 de octubre de 1860, apoderándose de las posesiones de Santo Domingo.

Aquí combatiría a las tropas del conservador Leonardo Márquez en Zapotlanejo el 1 de noviembre y el 22 de diciembre participa en la victoria de Calpulalpan, la última de la Guerra de Reforma en la que los liberales al mando de Jesús González Ortega derrotan a las de Miguel Miramón.

A inicios de 1861 y por sus méritos en campaña, Aramberri es ascendido a general de brigada para luego acompañar al presidente Juárez en su peregrinaje al norte en la invasión francesa, llegando hasta Matehuala. Seriamente enfermo (se dijo que envenenado), sigue hasta la hacienda del Canelo, en el municipio de Doctor Arroyo, N. L. donde muere el 27 de enero de 1864 y es sepultado en Matehuala, SLP.

Por sus méritos, el Congreso del Estado impone su apellido Aramberri al antiguo Valle de Río Blanco por decreto del 26 de octubre de 1877. En 1926 sus restos son trasladados a Aramberri  a iniciativa de la Unión de Periodistas de Matehuala con motivo del tercer centenario de la fundación de la misión de Río Blanco.

Sus restos están sepultados en la Explanada de los Héroes, en la Macroplaza de Monterrey y una importante calle del centro de la ciudad lleva su nombre.

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