MOSCÚ, Rusia | El gobierno ruso ha cumplido su amenaza de cortar el suministro de gas a aquellos países que no pagan las entregas de energía en rublos a partir de este mes. Polonia y Bulgaria, dos exrepúblicas del bloque comunista, miembros de la Unión Europea y de la OTAN, han sido las primeras en recibir el castigo de parte del gigante energético ruso Gazprom. Ambos países son muy dependientes del gas ruso, aunque han dicho que no habrá restricciones en el suministro, por el momento.
El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo en marzo que su país solo aceptaría el pago por sus envíos de gas en rublos, la moneda nacional, en respuesta a las sanciones tomadas para castigar la ofensiva del Kremlin en Ucrania. En su momento, la Unión Europea recordó a Putin que los contratos firmados antes de la invasión rusa de Ucrania eran todavía vinculantes y en ellos se estipulaba el pago en dólares o en euros.
Pese a estas advertencias, Gazprom, el gigante ruso de la energía procedió esta mañana al corte del suministro de gas a Polonia y a Bulgaria, ya que no había recibido el pago en rublos por el suministro de gas de abril ni de parte de Bulgargaz, la compañía búlgara, ni de PGNiG, la compañía polaca.
«Bulgaria y Polonia son países de tránsito. En caso de retirada no autorizada de gas ruso entre las cantidades en tránsito hacia países terceros, los envíos de tránsito serán reducidos en las mismas cantidades», advirtió la empresa, principal productora mundial de gas natural.
Polonia y Bulgaria, que son dos países muy dependientes del gas ruso. Varsovia importa de Rusia aproximadamente el 54% de su energía, mientras que Sofia es aún más dependiente, con un 75% del gas utilizado proveniente de Rusia. Ambas naciones del este de Europa han dicho estar trabajando para obtener el gas que les va a faltar por otras fuentes y han asegurado estar llevando a cabo sus entregas de energía como de costumbre.
«No cederemos a un chantaje así»
La guerra en Ucrania ha puesto de manifiesto la dependencia de la UE del gas ruso, que representa el 45% de sus importaciones totales a nivel del bloque.
«El anuncio de Gazprom es un nuevo intento de Rusia de chantajearnos con el gas. Estamos preparados para ese escenario. Estamos elaborando nuestra respuesta europea coordinada. Los europeos pueden estar seguros de que estamos unidos y somos solidarios con los Estados miembros afectados», dijo Von der Leyen en Twitter.
«Hemos trabajado para garantizar entregas alternativas y los mejores niveles de almacenamiento posible en toda la UE», indicó Von der Leyen en un comunicado. «Los Estados miembros han elaborado planes de urgencia para ese escenario y hemos trabajado con ellos de forma coordinada y solidaria», agregó.
«La Unión Europea debería empezar a plantearse medidas de ahorro [energético] en serio, sobre todo de cara al invierno que viene, para no necesitar tanto gas natural y poder pasar el invierno sin escasez», apunta a RFI Álvaro Gaertner, economista experto en energía. «Los políticos alemanes tienen bastante culpa porque han apostado durante varias décadas por depender completamente del gas ruso, en buena parte porque era la forma más barata de importar gas y tener una industria más competitiva.»
Por su parte, el primer ministro búlgaro Kiril Petkov dijo que no cederá “a un chantaje así» y que «revisará todos sus contratos con Gazprom, incluido el que se refiere al tránsito» hacia terceros países como Hungría. Por su parte, el gobierno húngaro aseguró que por el momento «el suministro de gas natural se lleva a cabo normalmente», según el Ministerio de Asuntos Exteriores Peter Szijjarto, que tiene previsto «consultar sus socios búlgaros».
El primer ministro búlgaro subrayó que, por el momento, no se preveía restricciones al consumo. «El gobierno está preparado a este tipo de escenario», dijo.
*Con información de AFP y RFI.
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