INTRÍNGULIS
Por Juan Carlos López Aceves
600 millones de boletas
“La reducción del tamaño de las boletas a media carta permitiría al Instituto Nacional Electoral contribuir a la conservación del medio ambiente como institución socialmente responsable, ya que se dejarían de utilizar aproximadamente 1,750 toneladas de papel en la impresión de las boletas electorales, lo que traería un impacto ecológico positivo”, señala el acuerdo 2500/2024, aprobado por el Consejo General del INE, en la sesión celebrada el pasad0 30 de diciembre.
Acuerdo mediante el cual se aprobó, el diseño y la impresión de las boletas para el proceso electoral extraordinario 2024-2025, mediante el cual serán electos los diversos cargos del Poder Judicial de la Federación.
Boletas que serán impresas en un formato media carta, que fue utilizado en la Consulta Popular de 2021 y la Revocación de Mandato de 2022, así como en las elecciones extraordinarias de senadurías de mayoría relativa, que se organizaron en Nayarit en 2021 y en Tamaulipas en 2023.
Formato media carta que tiene algunos beneficios, destacando la reducción del costo unitario y la optimización del tiempo para su impresión, además del ahorro de las 1,750 toneladas de papel ya señaladas.
“Se estima que para el PEEPJF 2024- 2025 será necesario producir cerca de 600 millones de boletas para las seis elecciones, en un periodo de 75 días, lo que implica un gran reto para su producción, en promedio 8 millones de boletas por día. Se estima que el costo de una boleta media carta será del orden de 60% del costo de una boleta tamaño carta”, dice el acuerdo.
Con el tamaño carta las boletas de las seis elecciones, se requerirían 554 vehículos para su distribución a los 300 consejos distritales en los envíos custodiados, pero considerando el escenario de boletas media carta en al menos tres elecciones, el requerimiento de vehículos disminuye a 313, lo que implica una reducción de costos de al menos 43% por equipo de transporte.
Para la elección del Poder Judicial de la Federación, el Consejo General del INE aprobó la utilización de 6 boletas.
Una para la elección de ministras y ministros de la SCJN, otra para la elección de Magistradas y Magistrados del Tribunal de Disciplina Judicial, la relativa a la elección de Magistradas y Magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral, otra para la elección de Magistradas y Magistrados de las Salas Regionales del TEPJF, la correspondiente a la elección de las Magistradas y Magistrados de Circuito.
Finalmente, la sexta boleta es la que será utilizada en la elección de Juezas y Jueces de Distrito.
Las boletas para cada tipo de elección, de acuerdo al artículo 515 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, en correlación con el Artículo Segundo Transitorio del Decreto de la Reforma Constitucional del Poder Judicial de la Federación, tendrán los siguientes datos.
Nombre y apellido de las personas postuladas y, en su caso, el sobrenombre de la candidatura, numerados y distribuidos por orden alfabético y progresivo, así como el cargo para el que se postula y la especialidad del mismo, entre otra información que tendrán los 600 millones de boletas, que se imprimirán en los Talleres Gráficos de la Nación.
Recordando que, «la salvaguarda y cuidado de las boletas electorales son considerados como un asunto de seguridad nacional», conforme lo dispone la LGIPE en su artículo 216, el inciso d).
Finalmente, la elección judicial se organizará con un ajuste presupuestario, pasando de los 13 mil 205 millones proyectados por el INE para la elección judicial, a 6 mil 200 que autorizó la Cámara de Diputados
Cambiando de canal, investigadores de la Facultad de Ingeniería y Ciencias, de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, que dirige el rector DÁMASO ANAYA ALVARADO, analizan el poder antioxidante de la cáscara de la pitaya (“Stenocereus huastecorum”), fruto que produce el cacto del mismo nombre, el cual tiene una amplia distribución en el territorio tamaulipeco.
La investigación es liderada por YOLANDA MORENO RAMÍREZ, teniendo la colaboración de JULIO CHACÓN HERNÁNDEZ, JACINTO TREVIÑO CARREÓN y MARIO ROCANDIO RODRÍGUEZ.
De acuerdo con la investigación, el aprovechamiento de esta fruta abre oportunidades económicas, ambientales y de salud, al ofrecer una mejora en los procesos agroalimentarios y fomentar una producción responsable y respetuosa con el medioambiente.
Los resultados de la investigación reflejan que la cáscara presenta una mayor cantidad de fenoles solubles que la pulpa, subrayando que estos compuestos son cruciales para combatir los radicales libres, moléculas dañinas relacionadas con el envejecimiento y diversas enfermedades.
Las pitayas, producidas principalmente en los meses de abril-mayo y octubre-noviembre, son parte fundamental de los sistemas agroalimentarios locales en las zonas rurales en Tamaulipas; sin embargo, debido a su rápida maduración y falta de prácticas postcosecha, una gran cantidad de frutos termina desperdiciándose.
El estudio de la UAT, ofrece una solución innovadora para convertir estos residuos en recursos valiosos, al proponer el aprovechamiento fitoquímico de la cáscara y generar nuevas oportunidades económicas para los productores locales, pues su reutilización en suplementos antioxidantes, bebidas o alimentos funcionales podría diversificar la oferta de productos locales y beneficiar la economía regional.
Además del impacto económico, los antioxidantes de la cáscara de pitaya representan una opción natural para mejorar la salud, ya que sus compuestos protegen al cuerpo del daño celular causado por la contaminación, el estrés y otros factores ambientales.
Comment here