CIUDAD DE MÉXICO (EL FINANCIERO) | A lo largo del sexenio, México ha enfrentado recortes por parte de las tres calificadoras más importantes, pero todo indica que la administración actual ha logrado mantener el grado de inversión, ya que al menos dos agencias han descartado hacer ajustes antes de las elecciones para el cambio de gobierno el próximo año.
Carlos Morales, director del grupo de soberanos de América Latina de Fitch Ratings, destacó que el paquete económico para 2024 no ha alterado sus expectativas para México. Sin embargo, señaló que la sorpresa provino de la ampliación del déficit fiscal, que alcanzó el 4.9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), un nivel significativamente superior a lo anticipado.
No obstante, Morales mencionó que la revisión realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) mejoró el Producto Interno Bruto y benefició las métricas fiscales. Además, la deuda como porcentaje del PIB se mantiene por debajo de las estimaciones, lo que ayuda a compensar el deterioro fiscal.
«En este momento no estamos percibiendo un mayor riesgo para modificar la calificación, es decir, no estamos corriendo para modificar la calificación en base a lo que se publicó en el paquete económico de septiembre», aseguró Morales en un podcast de Grupo Financiero Banorte.
Por su parte, Renzo Merino, analista soberano en Moody’s, indicó que evaluarán la nota soberana de México después de conocer los planes del próximo gobierno, que actualmente se encuentra en la categoría ‘Baa2’. Esperan que las elecciones de 2024 proporcionen información valiosa, como las propuestas de los candidatos, que arrojarán luz sobre los futuros escenarios para el país.
Al inicio del mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador, Moody’s otorgaba a México una calificación crediticia de ‘A3’, pero durante su administración, la calificación se redujo dos escalones, mientras que Fitch la redujo de ‘BBB+’ a ‘BBB-‘.
Además, se espera que la nota crediticia de Petróleos Mexicanos (Pemex) también dependa de la estrategia del próximo gobierno. Roxana Muñoz, analista de Pemex en Moody’s, expresó su preocupación por la incertidumbre en torno a la estrategia gubernamental. Datos de la petrolera revelan que ha recibido recursos por 720 mil millones de pesos del gobierno federal desde 2019.
En otro aspecto, los analistas de Fitch no anticipan un aumento en la calificación solo por el efecto del «nearshoring», pero lo consideran como un factor mitigante de riesgos negativos. El «nearshoring» podría mejorar la calificación si se traduce en un mayor crecimiento económico, aumento del ingreso per cápita, mejoras en las balanzas externas, acumulación de reservas internacionales y mejoras en la cuenta corriente. Sin embargo, se señala que la infraestructura eléctrica es un cuello de botella para aprovechar la relocalización de empresas en México.
Todo indica que, pesar de los retos fiscales y económicos, la administración actual de México parece haber mantenido la calificación crediticia del país en el grado de inversión, aunque se esperan evaluaciones más exhaustivas en el futuro en función de los planes y políticas del próximo gobierno.
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